Una vista para Fausto

   Tuve en estos días la grata visita (física), de uno de los lectores del blog, de los que yo encuadro en el grupo de “apasionados”; no por el blog lógicamente, sino por poder recuperar recuerdos de su etapa en Ourense. Os hablo de paisanos que por los motivos que sean (cada cual tiene los suyos), pasan o han pasado gran parte de sus vida lejos de la ciudad.

   Fausto desde su Holanda de adopción, está convirtiéndose en un buen colaborador; alguna entrada ya habéis podido disfrutar de las que me ha enviado. Y alguna mas espero recibir; entre otras detalles y recuerdos, reconoce a la mayoría de sus compañeros en la fotografía de alumnos de doña Angelita Paradela, que estuvo en la última exposición del A.v.O.

   De paso que vino a visitar a sus familiares, quiso aprovechar para refrescar datos y por ello se dio un paseo por la ciudad, buscaba vistas de la ciudad que su cabeza retenía, pero que hoy en día no es posible disfrutar; lo que en los años cincuenta, sesenta,  eran zonas con buenas posibilidades de observación, Avda. de Portugal, Avda. de Buenos Aires, La calle de Cachafeiro (como él llama a Peña Trevinca); calles situadas a buena altura con relación a la vaguada de las Burgas y que de aquellas eran escasas en construcciones, servían de miradores. Ya le explique qué hoy de ese estilo quedan la zona de Montealegre, (si acaso, ya desde el convento del Divino Maestro se puede tener una buena vista), y la parte superior del monte del Seminario, dado que incluso la tan apreciada por el maestro Pacheco y sus competidores de Salto do Can, hoy es una vista limitada.

   Para agradecer la visita de Fausto y su señora, aquí os dejo una vista de las estéticamente (para mí) más bellas que hay de la ciudad, como veréis, se trata del curso del Barbaña, desde Villa Valencia hasta Pardo de Cela; mirarla con detenimiento, que como todo este tipo de imágenes, guarda detalles interesantes.