Consejos y avisos

10/1/25

Palacio de la Ilusión, Isidro Pinacho


Palacio de la Ilusión

Isidro Pinacho

    Estoy intentando recuperar la historia del cine en Ourense, y me habia quedado en el año 1905. Se podría pensar que la apertura de la sala GILAGO en la calle Instituto 7, daría lugar a otra orientación del mundo de la exhibición, sin embargo diversos motivos, llevaron de nuevo a los solares con barracones provisionales, a triunfar. 

1906 en el Principal

    En mis datos el 1906 fue un año extraño; después de la vorágine de los momentos anteriores podríamos decir que fue este un año de calma. No es que desapareciera la exhibición cinematográfica, visitas esporádicas de empresarios fueron completando el año, cabría apuntar que las máquinas de exhibición estaban mejorando mucho en calidad, ofreciendo unas proyecciones más nítidas y mucho menos ruidosas, pero eso daba lugar a mas problemas de transporte, y unos precios más elevados; ¡habría que adaptarse!. 

    Como os decía, algo de cine hubo, aunque tal vez lo más reseñable fue la época primaveral, en la que el “Victorius Cinematograph”, tomó posesión del Teatro Principal; con algunas lagunas, pero me parece haber entendido que esta era una empresa que se asociaba con empresarios locales para compartir riesgos. En este caso, el empresario del Teatro Principal y el del Café Unión eran los encargados de la gestión. En verano se sabe que de nuevo abrió barraca de cine en la esquina de Paseo, pero poco tiempo; sin saberlo se estaba preparando el autentico despegue del Cine en Ourense.

    Fue en diciembre de 1906 cuando un ya conocido Isidro Pinacho después de incesantes giras por Galicia y el norte de España, decide establecerse de manera mas estable, con eso quería decir, plantearse estancias mas largas pero poco más…

     Triunfaba en ese momento un “cantaor” flamenco, Antonio Pozo conocido por EL Mochuelo, que hizo buenas migas con Pinacho y decidió probar suerte con él. Así el 29 de diciembre de 1906 debutan en el Palacio Luminoso Pinacho como empresario con su nueva máquina de proyección, y el Mochuelo con su acompañante: el maestro de la guitarra Joaquín Rodriguez…. Olvidaba decir que: ver actuar a Mochuelo, tenía el aliciente de intentar descubrir como era alguien de quien se conocía su voz por el fonógrafo.  Eran tiempos de muchos avances tecnológicos… 

En los comienzos, del cine, las luces no llegaban a apagarse totalmente, lo que perjudicaba la visión de los cuadros, pero permitía moverse por la sala????.   Llegó en 1906, la moda de oscurecer totalmente la sala y los que acudían a aquellas primeras sesiones, según pasaban del vestíbulo eran recibidos con la típica frase de “Pasen y Vean”, como la sala estuviera ya apagada, se escuchaba a los neófitos decir: Y sin luz ¿que vamos a ver????

Llego 1907, y este fue el año de Pinacho, (hubo mas, ¡pero como este!!!!...)

Isidro Pinacho (foto vida Gallega)              
        Isidro ya conocía nuestra ciudad y a los ourensanos de anteriores visitas y parece ser que se sintió bien recibido, De los empresarios que decidieron continuar, el fue uno de los mas activos, maquina nueva, gran fondo de películas y contactos con las productoras para tener las novedades, y por si fuera poco una mentalidad incapaz de descansar y siempre buscando el disfrute de su público.
  Podría dejarlo en su empeño por hacerse con un “orquestrófon”, realmente se llamaba orquestrión pero …. Era una maquina parecida a un órgano pero de la que se conseguían sacar sonidos de viento, percusión, e incluso de cuerda, casi era como una orquesta. ¡Un consejo si tenéis alguno cuidarlo que hoy tienen un valor altísimo!!!. 

        A la adquisición de ese aparato, le siguieron innovaciones como la de crear el “día de moda”, algo parecido al día del Espectador, pero que se complementaba dedicándoselo a alguna familia significativa de la ciudad. Eso daba lugar a llenos increíbles en la sala, y que en frecuentes ocasiones hubiera que cerrar las puertas para no sobrepasar el aforo. En esos días el TODO ORENSE acudía a la barraca, los Pedrayo, Paris, Gaite, Meruéndano. Román, Villar, Ulloa, García del Villar, Neira, Sabucedo, Temes etc. etc. Cuentan los papeles que al terminar la función Pinacho y los homenajeados y amigos terminaban la fiesta en el Café La Unión, o cualquiera de los cafés de la alameda. ¡Pinacho sabia ganarse a la gente!!!. 
        Y eso fue lo que terminó de conseguir a partir de abril de ese año.  Ocurrió un día que tenia como homenajeados a los señores Vizcaino y Acebedo Interventor del Banco de España el uno y de hacienda el otro, y las películas que iba a estrenar no llegaron. Pinacho tenia ya amistad con José Pacheco, vecino de calle, y este hacia tiempo que le había contado el éxito que había tenido tiempo atrás mostrando sus fotos en público.  De manera rápida vieron que se podría mostrar, y coincidía que días atrás los quintos del Ceriñola habían jurado bandera en el Posío, Pacheco había obtenido instantáneas de todo el acto, las mostraron y fue el gran éxito de la temporada, desde ese día en todas las funciones alguna fotografía de Pacheco se incluía en el programa, Retratos casas, paisajes, villas, todo lo que fuera reconocible por los ourensanos gustaba. 
        Además de esa visión comercial, Pinacho tenía también gestos de humanidad que le aseguraban el favor del público, a frecuentes colectas para casos de gentes necesitadas, se unió una anécdota original. “En frente del Palacio de la calle del Alba, vivía el que era presidente de la Diputación Don Emilio Morenza, quien cayo enfermo de gravedad, Pinacho a petición de la familia y para no molestar al enfermo decidió que esos días seria de silencio absoluto…

        Ocho meses estuvo abierto esa temporada el Palacio de Pinacho, Palacio de la Ilusión, a pesar de los continuos llenos, el verano de Ourense ya sabemos lo que es y era, con lo que Isidro, tentado por las aguas de Vigo decidió cerrar la sala a finales de junio, aunque a través de la prensa hizo saber a quién no pudo decírselo personalmente, que en diciembre volvería…

    Al final no fue así, pero tampoco nos dejó huérfanos del espectáculo, pero eso es el siguiente capitulo de esta Historia. El Palacio LUMINOSO…


En la fotografía cedida al Etnolóxico de Ribadavia M.E.R., por doña Antonia Canitrot, vemos la jura del 1907 una de las imágenes de Pacheco que se exhibieron en el Pinacho. 

3/1/25

GILAGO. Primera sala de cine???

No tengo fotografías que os pueda mostrar, pero este rudimentario montaje servirá, para hacerse una idea de las barracas en Bispo Cesáreo.

Primeros pasos del cine en Ourense

Cine GILAGO

Hace tiempo que publique tres artículos intentando resumir la historia de los Cines en la ciudad, y ya advertía que los comienzos estaban necesitados de una gran ampliación. Hoy creo que puedo aportaros nuevos datos pero no va a ser posible hacerlo en un solo articulo por problemas de espacio. Con tal motivo comenzaremos así, este nuevo año esperando que sea. 

“de Cine”.

En el primer artículo de aquella serie (30 de marzo 2019) os recordaba que todo había comenzado con lo que se denominó Pre cine, y que no eran mas que vistas fijas, cierto es que el público se sorprendía al ver esas imágenes estáticas, aunque no le resultaba conocidas ni rostros ni escenarios; habría que acostumbrarse a entender cómo se podía pasar cualquier imagen al papel. 

 Es en 1880 cuando gracias a Pepe Adrio sabemos que un vecino de Tamallancos, apellidado Peludez instalaba en la alameda una barraca donde mostraba una colección de vistas. A Peludez le siguieron otros exhibidores, entre los que destacó el que representando a la empresa Lumiere, se instaló un breve periodo de tiempo en el entorno de los jardines de Bispo Cesáreo. 

Estaba ya terminando el siglo XIX y aun no se podía afirmar que Ourense tuviera una sala de exhibiciones, ¿O sí?.  

Dejare que cada uno decida que se puede entender por sala estable, y os lo explico.  Desde ese 1897 que la empresa Lumiere nos visitó, fue casi constante el paso de “empresarios” que montaban sus barracones por mas o menos tiempo en la ciudad, no es fácil indicar un orden, Isidro Pinacho García, y el apellido Pacheco (Jaime seguro, pero también José es “sospechoso”), fueron de los más interesantes,  y junto a ellos, empresarios que ubicamos con más asiduidad en otras provincias, lo que corrobora el continuo trasiego de profesionales;  Águeda García (Coruña), Cinematógrafo Modernista Leones, Empresa Vázquez Iglesias (Celanova), Sanchis (Vigo), etc.…

Todos ellos se enfrentaban a multitud de problemas. Ya no solo había que contar con un cinematógrafo, que no abundaban, si no que había que tener un buen archivo de películas, la mayoría con duraciones de 4 a 5 minutos que era lo que permitía un rollo, y las que ya querían tener argumento requerían de varias cintas con el engorro de sustituirlas durante la proyección, de todas maneras hablamos como mucho de películas de 18 a 20 min. De esta manera aun disponiendo de varias cintas en pocas representaciones se veían todas. 

Lo que es de justicia reconocer a estos pioneros, fue su tenacidad, y principalmente no cejar en el empeño de mejorar el espectáculo buscando hacerlo rentable. Una de las mejoras que se hicieron notar, fue la inclusión de lo que se llamaba Charlatan, Locutor o Explicador, que no era otra cosa que un personaje que introducía al espectador en la trama de las imágenes que iban a ver; la escasez de imágenes se suplía con la imaginación del público. Anteriormente era un locutor que de manera monótona presentaba los cuadros. “Salida de misa la mañana del Domingo”; “Catedral de tal sitio”, “Puente de tal otro” …  

La sorpresa de ver esas escenas estáticas por si sola tendría caducidad. Otra innovación fue la de adquirir aparatos que reproducían sonido, al piano, le sustituyo el piano-órgano que cuando se pudo, se automatizo; eran raros inventos de nombre impronunciable, probad con: “Orquestofron”.

 Se seguía buscando, ya no entretener, sino enganchar al publico y así fue como comenzó a simultanearse en las proyecciones la actuación de algún artista, mayoritariamente “cantatrices” (termino ya utilizado en 1903) aunque se aceptaba cualquier artista que tuviera breves sketches, magos, cómicos etc.

Sabido esto vamos a recuperar los datos de como fueron aquellos comienzos en nuestra ciudad.

Los primeros exhibidores, tenían un punto en común, y es que era la Huerta del Concello (jardines Bispo Cesáreo) el lugar escogido para su instalación, rara vez pasaba de los dos o tres meses, y casi siempre era más breve. Hubo alguna ocasión en que el teatro de la calle de la Paz, acogió a uno de esos empresarios para realizar sus exhibiciones, pero no era frecuente.

 De entre estos exhibidores, Peludez y el representante de Lumiere fueron de los primeros, pero tengo ahora la seguridad de una asociación original, me refiero a la que formaron el periodista y escritor, Francisco Álvarez de Novoa, con el fotógrafo José Pacheco, (o era ya su hermano Jaime?, en los datos que manejo solo se cita el apellido, con lo cual la duda….) Fue en 1902 cuando se formó esta sociedad, instalándose primero en la ciudad para posteriormente desplazarse a las villas, ¡Celanova los acogió durante un mes!. Dado el éxito obtenido, en verano se desplazaron a Braga donde de nuevo triunfaron. El éxito de Pacheco, se cimentaba en la inclusión de vistas originales de la ciudad y gentes, de donde se hacían las exhibiciones. Habrá que buscar las imágenes de ese 1902 que recogen las fiestas de la ciudad, rincones y gentes ourensanos, quizás algunos ya sean conocidos pero no sepamos datarlas o asociarlas a esas exhibiciones.

 Las de toros es más que probable alguna sea de ese año, pero habrá que buscar las que mostraban balcones de la plaza, salida de misa, algunas quizás????. Por ahora desconozco las causas, pero después de ese año de gran actividad Álvarez de Novoa se desplaza a Barcelona para adquirir un nuevo proyector y Pacheco pasa unos días en Oporto aprendiendo a mejorar el manejo…. Pero al año siguiente no se sabe que tuvieran actividad. 

Fotógrafos en los toros y salida de misa. Dos posibles vistas de aquellos años, el aliciente era el de verse en la foto….

Llegamos así al 1904, y por primera vez es el solar de los Paris en la esquina de Alba con Paz Novoa (Paseo) el escogido para instalar la barraca, fue doña Águeda García, quien ya había triunfado en A Coruña, con sus exhibiciones que acompañaba con un piano órgano “electro-motor”, la que estrenaba tan “cinematográfico” solar.

Sin embargo seria poco tiempo después, en mayo de 1905 cuando conocemos el primer local estable con exhibiciones de cine; es ciertamente un edificio con mucha historia, ya que entre sus usuarios estuvo el conocido negocio de los García “Chantada”, que habitaban también la primera planta, y los Reinlein-Zarauza, (creo que propietarios), los Suarez- Noguerol…  y actualmente, domicilio de un reconocido empresario ourensano J. D. que después de adquirirlo lo ha renovado respetando al máximo su estética, algo de agradecer. Os hablo del que era numero 7 de la calle del instituto. (De aquellas el Liceo era el 9, número que aún conserva en su fachada).  En mayo la empresa Sanchis habitual en Vigo se traslada a Ourense y acondiciona el local de Instituto 7, lo utiliza durante un mes escaso y en noviembre reabre con intenciones de estabilidad el:

CINEMATOGRAFO GILAGO 


Con ese nombre es fácil pensar, a mí se me paso por la cabeza, en la presencia de José Gil como parte de esa empresa, pero puedo confirmar que no era así, se trataba de un empresario apellidado Gil Martínez. Nada que ver con la sociedad de dos grandes de la fotografía en Galicia José Gil y Jaime Pacheco. 

 Ya puestos a especular y abrir vías de investigación a los expertos, me atrevo a insinuar que de alguna manera Jaime Pacheco respetaba a su hermano José y consideraba que Ourense era cosa suya… 


Hoy Lamas Carvajal número 3, en 1905 Instituto 7

Al final esta sala de cine tuvo una historia breve, pero bien podría ser considerada la primera sala de cine fija en Ourense.

CONTINUARA...