La calidad podría ser mejor, desde luego, pero no por ello vamos a dejar de aprovechar una fotografía como esta; ya me comento el amigo Fausto que la cámara familiar tenía un problemilla, y hacia que los bordes de la imagen salieran desenfocados; si se la hubiera dejado revisar a Fernando del Rio, él la habría ajustado, posiblemente fuera porque no cerraba de forma correcta el cuerpo de la cámara.
Que me decís de la fotografía; no es fácil imaginarse “la Diagonal”, en este estado; algún privilegiado, estaría de vendimia estos días por allí, no en vano se hablaba del “bon vino de Ovrens”.
Pero no os voy a aburrir con comentarios, solamente para facilitaros el reconocimiento os pongo la foto actual que el propio Fausto me envía. Con ella descubriréis la casa de mi amigo Ernesto Ferro, de la que hemos hablado en varias ocasiones. Y la ventana desde la que floro hacia sus fotografías de joven.
Gracias de nuevo Fausto.
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