Entre las satisfacciones que me producen, hacer el blog, (algún disgusto también, pero…), está la de contactar con gente que de otra manera no creo que fuera posible; a pesar de coincidir en algunas aficiones, las distancias, la edad, etc. suelen representar un serio obstáculo.
En el tiempo que llevo con este entretenimiento, son muchas las personas que me han contactado; de la mayoría os he hablado, o han sido protagonistas de alguna entrada: Noemí, (que la tengo un poco olvidada, pero es por falta de tiempo) desde Argentina, me facilito enlazar con sus parientes ourensanos, Carmiña Romero de Costa Rica fue la culpable de que hoy sea amigo de Lola Peláez , Francisco Méndez, Faustino, Roberto y un largo etcétera de ourensanos en el extranjero, me han ayudado a conocer mejor Ourense, y los ourensanos.
Todo esto viene a cuento, porque la entrada de hoy (y alguna más que hare próximamente), me la facilita un Ourensano, “emigrado” a Madrid. Florentino Moretón.
Si revisáis las páginas de Salesianos, (la de Chicho; tenéis un enlace en el lateral del blog), veréis unas cuantas colaboraciones de Florentino, identificando a la mayoría de sus compañeros, y en algún caso contando alguna anécdota “interesante”. En Ourense no Tempo, colabora habitualmente haciéndome comentarios, y cuando encuentra alguna de sus viejas fotografías almacenadas en su ordenador, como en esta ocasión las comparte con todos nosotros.
Si buscáis por el blog el material que me tiene enviado, os daréis cuenta, de que hay personas, como él, que desde muy temprana edad tienen solución a la difícil pregunta de Que quieres ser de mayor?, (yo solo sabia contestar que: mayor), pero Floro ya apuntaba “cimientos” de arquitecto. Tenéis en el blog un dibujo que representa la casa de Ernesto Ferro (Plaza de Paz Novoa), hecho por un Florentino niño, en el que ya se ven habilidades “constructivas”, no es el típico arbolito y la casita con dos ventanas y una puerta, darle un vistazo.
Otro dato son las fotografías que os muestro hoy; por mis cálculos tenia Florentino 16 o 17 años, cuando en septiembre del 64 coge su cámara, y fotografía puentes y edificios.
Gracias Florentino
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