Espero que no tengáis dificultades, en reconocer este cruce
de nuestra ciudad, de aquellas estaba recién ampliado, y en plena fase de modificación.
Por los datos que tengo, este fue de siempre uno de los
puntos de más circulación de la ciudad. Durante muchos años el cruce lo
formaban solamente la carretera de Cortegada, o Avda. de Francia, (Hoy
Ervedelo), con Progreso, y un poco más adelante, el mismo Progreso, con la
carretera de Trives (Hospicio, hoy Concordia).
Un buen día, se decidió abrir una nueva calle que facilitara
la conexión con el puente nuevo, y descongestionara el Viejo, (no voy a entrar
en temas de especulación urbanística) surgiendo de esa manera la Diagonal, hoy
conocida como Juan XXIII.
En ese momento es cuando el maestro Augusto Pacheco,
recomendaba adornar el cruce con esta preciosa fuente, que siguiendo la tradición
de otras fuentes Ourensanas, siempre se podría
cambiar posteriormente de sitio.
Remataba el año 1964, y estaba en plena construcción el edificio
Cantón, cuyos constructores con una parte de su beneficio se supone que sufragarían
la fuente. Ese detalle de generosidad y la coincidencia de la noticia con los
santos inocentes, fue lo que hizo que en la ciudad pocos se hicieran ilusiones
con la nueva fuente.
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