Conociendo las habilidades del ser humano; mejor, que no
podamos decidir sobre el clima, (bueno de alguna manera sí que lo hacemos, y
así nos va), me refiero a que de momento no depende de nosotros decidir cuando
llueve, donde nieva, o cuando sale el sol.
Si algún día encuentro los datos meteorológicos históricos de
nuestra provincia, que por ahí “andarán”, podre comprobar si es cierto lo que
creo recordar sobre el tema nieve:
Allá por los setenta,
desde poco antes de las navidades, y más o menos hasta finales del mes de
febrero, la cumbre de Manzaneda, y la zona que hoy ocupan las pistas de esquí, tenían
nieve suficiente, para que un grupo de enamorados de la montaña (gente de León
y Ourense, por lo que me han contado), subieran todos los fines de semana a “disfrutar
heroicamente” del deporte blanco; bueno, algunos, las pocas veces que subimos
solo nos atrevíamos a tirarnos con unos plásticos en las posaderas por las
laderas de abajo, pero que bien lo pasábamos….
Pero por lo que nos enseñan estas imágenes del año 63, la
ciudad también se cubría de un manto blanco con más frecuencia que actualmente.
Como dice Xesús, que es quien me las envía,
unos de los mas beneficiados por estas nevadas, eran los fotógrafos de calle, que
se hinchaban a retratar a los jóvenes ourensanos en ese marco “diferente”. Ahí tenéis
nieve en el Posío, la Alameda y el parque de San Lázaro
Creo recordar que de la última nevada en la ciudad, hará unos doce años; y sin
embargo en fotografías de los 50s, 60s, tengo ya unas cuantas, (por el blog, ya esta alguna).
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