Año 63, julio y agosto estuvo la tómbola en Barcelona y con ella el amigo Manuel Vázquez.
con Manuel Vázquez
Novoa “Peneda”
Poco a poco voy descubriendo nuevos datos
de lo que fue la aventura más interesante de nuestra Auria: La Ciudad de los
Muchachos. Son muchos los datos que encuentro en prensa, pero sin duda los más
interesantes son los que me facilitan los protagonistas, os confieso que es un
placer escuchar sus recuerdos y un honor percibir la confianza que en mi
depositan. Este será el tercer capítulo
de esta aventura, y se va a centrar en
lo que fue una de las primeras fuentes de ingresos de la Ciudad de los
muchachos, (realmente aun no era ciudad, si no un sueño del Cura y una excelente
manera de diversión para un grupo de chicos ourensanos)
La ciudad de los muchachos es un movimiento de referencia para
todos los niños humildes de España
Ese es el texto que consigo leer en el lateral de la tómbola de la foto en aquel 1963, era toda una declaración de principios; sin medios y con muy pocas ayudas se había conseguido “sobrevivir” siete años y el movimiento había adquirido la finca de Benposta; lo más importante: ese año nacía el Circo de los Muchachos. Para eso la tómbola se había mostrado como uno de los mejores reclamos y en todas las ciudades que visito, consiguió hacerse con el favor del público y dar a conocer el ilusionante proyecto de Benposta.
No fue sencillo, pero el cura no se encontraba cómodo ante cosas sencillas, imaginad lo que era organizar la infraestructura: montar la tómbola, conseguir los objetos para sortear, instalar y mantener a los chicos, solo con objetivos claros era posible llevar a cabo esa misión.
Me cuentan que de aquellas Pocholo, el hermano del padre Silva, residía en Barcelona y se encargaba de permisos y abrir muchas puertas, pero creo que nadie duda que era el tesón del Cura y su habilidad para ganarse a todo el que se pusiera por delante, el activo más valioso de Benposta. Cierto es que el proyecto era ilusionante y al ser niños los protagonistas costaba más negar los apoyos; pero si a eso unimos detalles como el que aún se recuerda del año 62....
El 25 de septiembre del 62 una tremenda tormenta
en el Vallés provoco el desbordamiento del Llobregat y el Besós cobrándose más
de 700 víctimas mortales y un incontable número de heridos, las pérdidas
materiales fueron altísimas. Ante esa situación, los benposteños deciden enviar
una carta al alcalde de Barcelona en la cual le informan que han decidido
instalar una tómbola en la céntrica calle del Paseo Ourensana en la que toda la
recaudación será para paliar la tragedia acontecida; al mismo tiempo, se ofrecen
a acoger dos huérfanos del siniestro en Benposta.
“La
ciudad de los Muchachos de Orense que fue tan amablemente acogida en diversas ocasiones
por esa gran Barcelona, no podía estar ausente , con sus humildes
posibilidades, en la cristiana tarea de
enjugar las lagrimas de nuestros hermanos catalanes.......”
Párrafo
de la carta enviada por el alcalde Arias de Benposta en octubre del 62 al
alcalde de Barcelona Sr. Porcioles.
Si os fijáis en lo que podría ser uniforme de los muchachos, probablemente reconozcáis los que con otros emblemas utilizaban organizaciones juveniles de la época; el Padre Silva tenia recursos para todo...
Las visitas a la ciudad condal fueron más de las que mis amigos recuerdan, la primera fue la del 58 en la que Manuel trabajo activamente (meses de Julio y Agosto), en el 59,60 y 61 se decidió ir en el periodo navideño (las visitas navideñas instalaban la tómbola en la plaza del Teatro); el 62 por las circunstancias no fueron y en el 63 en la que se hizo la foto que encabeza el texto, volvieron por última vez con la Tómbola de verano(de aquellas el amigo Manuel ya no formaba parte del grupo; circunstancias de la vida le habían llevado a dejar su Ourense y buscar un futuro en Barcelona; pero no dudo en acudir a visitar a sus compañeros y ofrecer su ayuda). Las siguientes visitas serian ya con: el Circo de la Ciudad de los Muchachos.
Recuerda “Peneda” que el año 58, dieciséis ourensanos capitaneados por el Padre Silva se instalaron en la Rambla de las Flores (Capuchinos) muy cerca de la Casa Gallega; a falta de datos es posible que precisamente el papel de la casa Gallega fuera determinante para escoger el lugar donde instalarse, de hecho sabemos que los chicos se alojaban esos dos meses en el segundo piso del edificio, donde de aquellas y creo que aun hoy (con otro nombre) existía una pensión. Su trabajo consistía en pasear entre los barceloneses ofreciendo las rifas, y/o actuar de “speaker” los más atrevidos.
El trato que los barceloneses dieron siempre a nuestros muchachos fue exquisito, para el recuerdo quedan anécdotas como la de la invitación a la fiesta navideña que el capitán del transporte “Marías“ de la VI flota americana hizo a todo el grupo, o la visita que recibieron de la Peña Motorista Barcelonesa que aun no se sabe que fue lo mejor, si los regalos o el paseo en moto que todos los chicos disfrutaron. Sin olvidar la relación que se estableció entre el gran Salvador Dalí con los Muchachos, pocos recuerdan que él se encargo de organizar un acto benéfico en la Fenice de Venecia para recaudar fondos a beneficio de Benposta, para el evento el mismo Dalí diseño el vestuario y decorados.
Continuara.....
El amigo Manilo Doñoro
ha recopilado toda la documentación oficial de Benposta y en colaboración con
Patricia Cacharrón han hecho un trabajo excelente
para ayudar a conocer Benposta a todas las generaciones, este articulo y los
que posiblemente en el futuro escriba sobre este apasionante tema, solo
intentan cubrir lagunas de esa narración y siempre serán basadas en relatos de
protagonistas que haya vivido la experiencia, entre todos debemos mantener vivo
el espíritu Benposteño y el legado del Padre Silva...
Quien le iba a decir a aquellos muchachos que 10 años después
iban a actuar en el Madison Square Garden de Nueva York
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