|
Hoy es edificio de oficinas municipales, en 1914 ofrecía este aspecto y lo ocupaba el comerciante Celso Ferro |
Calle de las Tiendas, primeros años
Soy consciente de las dificultades que encierra imaginar un espacio cotidiano, con un aspecto totalmente diferente; pero os pido que hagáis un esfuerzo y os trasladéis al Ourense de finales del siglo…. XI? XII?... XVI ?... XIX?.
Nuestra catedral veía los últimos trabajos para su culminación, (hay quien dice que aun no está terminada….); la calle de Lepanto (de aquellas rúa da Obra) se llenaba cada mañana de canteros que con sus cinceles y martillos iban dando forma a las piedras, Juan De Austria servía de improvisado mercado `para el carbón , (una zona se conocía como Patín Vello y otra cono plaza do /Carvóm/..), la plaza del Trigo y la de las Damas, eran zonas de lo más comerciales; y lo que había de ser entrada principal del templo tenía un acceso, digamos ¡sin definir!….
La añorada Olga Gallego me conto un día que a la puerta del pórtico del Paraíso se accedía por un terraplén de tierra en el que había unas escaleras bordeadas por una rudimentaria valla de madera. Y ¿
Qué se hizo de la esbelta escalinata que arrancando de la espaciosa plazuela de la Séo Nova se subdividía en dos ramales terminando otra vez en el ancho /escadoiro/ que enfrontaba en la puerta central del pórtico?.
no hace mucho leyendo un texto de Ramón Barros Silvelo “Antigüedades de Orense”( 1874), me encuentro esto:
Lo que era ese terraplén que desembocaba en una especie de plaza, se fue poblando de barracas y edificaciones sin excesivo control, para dar cobijo y servicio a todos los trabajadores que por allí rondaban, con el tiempo se convirtieron en rudimentarias viviendas y precarios negocios, que precisaban de regulación y al hacerlo se configuro la zona como la conocemos actualmente, Calle de Lamas Carvajal, Arcedianos y Las Tiendas (ya en una ocasión os hable del proyecto que existió para recuperar ese espacio como plaza de la ciudad pero el costo hizo que no prosperara; también en 1915 se proyectó expropiar los pocos edificios que hay entre Modesto Fernández y la Catedral (los que están al lado de la torre de San Martin), pero tampoco había prosperado el proyecto). Por fortuna no hace muchos años se decidió construir las escaleras que alguien había olvidado hacer…. Y si que se abrió una pequeña plaza, ¡menos es nada!
Hoy con vuestro permiso vamos a pasear por la “vida” de la calle, en los primeros años tal y como hoy la conocemos, ¡o casi!, citando negocios y habitantes . Vamos a quedarnos en el comienzo de los años 20´s, por ejemplo!!!.
En el 1 estuvo la fabrica-depósito de calzados de Ramón García (primer representante de la Singer en Ourense), llego a tener más de veinte (20) empleados con lo cual era ya una industria importante en la ciudad.
Año 1915, (desconozco si existió algún negocio anterior) en el 2 se inaugura la tienda de “coloniales finos” de la Casa Romero se anunciaba también como depósito de Chocolate y velas de cera de la empresa Romero Nieto de Benavides de Órbigo (León). El periplo de este local fue de ida y vuelta, ya que a la Casa Romero la siguió la botica de “Pedro Antonio”, a este la también botica de “Pilarita” Fdez. Barja. Y para cerrar el círculo hasta hace no mucho fue la primera ubicación del Gran Colmado, (tienda que recupera el “sabor” de aquellas tiendas de coloniales; (hoy en la plaza de Abastos).
En el 3 “nacía” la librería de Nemesio Pérez Resvie desde al menos 1874. Posteriormente se trasladaría al local en el que aun se le recuerda de la Plaza Mayor de la mano de su viuda.
En 1912 el Concello reformaba la calle modificando la rasante, (la igualo con el espolón de la plaza mayor), para permitir la circulación de vehículos pero al hacerlo, los antiguos bajos y portales quedaros con un importante desnivel, que en algunos casos aun hoy se puede observar. A raíz de ello en 1915 el cabildo decidió acometer las obras de adecuación de las entradas de los bajos existentes en la catedral ¿nº 4?; de paso se remozaba la piedra ya que el negocio que los ocupaba con anterioridad: “Hojalatería de Primo Blanco” con los hornillos que utilizaba para la soldadura tenía todas las paredes ennegrecidas.
El numero 5 lo ocupo: la confitería Asturiana (1911); se inauguro como La Coruñesa por un despiste de las autoridades ya que existía otro negocio aun hoy existente, a los pocos días se corrigió .
Nº 7 La Zapatería de Dopazo (1916) De Eliseo López
En los números 9 y 11 desconozco la existencia de negocios hasta 1919 cuando don Ramón Puga Noguerol. Inaugura su “Nuevo Bazar”, después de años de aprendizaje en el bazar Nieto.
Nieto existía desde comienzos del siglo en el 13 de la calle, y un joven Ramón Puga era su dependiente, cuando en 19 18 Nieto deja el comercio, Puga decide arriesgarse a gestionarlo, para ello coge los locales contiguos 9 y 11 , ¿os suena Bazar Puga? Y ¿Radio Orense?.... La historia es más larga pero hoy no toca; como decía el otro….
En el 11- 3º, el año 1912 se abre la oficina de verificadores eléctricos , (algo así como la delegación de “Industria”). Pero no estuvo allí mucho tiempo ya que en 1914 sabemos que allí tenía una academia de 1ª enseñanza Teresa Rodríguez Rodríguez
En el 13 al cerrar Nieto se abrió otra zapatería “Bazar Galaico”
De momento no he conseguido averiguar cómo estaban en aquellos años los números desde el 15 al 21, ya que en prensa encuentro en ocasiones (desde 1916) la tablajería (carnicería) de Juan Cid Vázquez en el 17, pero otras en el 19 y para rematarlo en otras dicen que estaba en el 21; también encuentro que en el nº 19 hubo una tienda de baratijas, pero habrá que seguir profundizando.
Desde 1916 el nº 21 lo ocupaba la tablajería (Carnicería) de Juan Cid Vázquez. En 1921 continuaba abierto
El 23 lo ocupaba el comercio de Celso Ferro desde comienzos del siglo XX; en 1916 celebraba la remodelación habilitando como tienda la totalidad del edificio (dos plantas y bajo) , bien podría semejar el Corte Ingles o Galerías Preciados, si bien el mercado Ourensano no daba para excesivos crecimientos; durante años fue uno de los referentes del comercio.
La mayoría sabéis que queda mucho en el tintero, Sombrerería La Lucha, La mercería La Dalia de las Dos Hermanas, los progresos de don Ramón Puga, incluso se podría hablar de la Joyería Cid. Me guardo también los datos de la crónica negra de la calle que a pesar de su pequeño tamaño también tuvo y…