Hoy la referencia a nivel nacional en la restauración
Ourensana, es sin duda el “Nova”, que con su merecida estrella Michelin ( la segunda que obtiene la provincia, la primera como bien me apunta Manuel Iglesias Doval fue mérito de A Rexidora de Javier González), deleita nuestros paladares. Sin embargo sería injusto dejar de citar casas como A
Taberna, El Pingallo, Vila Real, Pazo de Canedo, Portón,…. Ya me estoy metiendo
en un lio, es muy largo el listado y seguramente al final olvidare a muchos.
Permitidme que cambie el texto.
Ourense (ciudad y provincia) desde siempre ha sido uno de
los lugares donde comer se ha considerado un placer; abuelas y madres tienen
buena parte de la culpa, pero sin duda, los excelentes cocineros que hubo y
sigue habiendo algo tienen que decir.
Hoy me he encontrado con esta fotografía, del que fue en la
segunda mitad del siglo pasado uno de los restaurantes de referencia: “El Azul”, por su ubicación en pleno
parque de San Lázaro (hoy en ese local esta una tienda de ropa para niños,), al poco de abrir ya se había convertido en uno de los más
visitados de la ciudad, pero por lo que me cuentan podría haberse situado en
cualquier rincón que los ourensanos y visitantes lo hubieran buscado, mariscos,
pescados, carnes, opciones para todos los gustos y con una calidad excelente.
Mis “viejas“ fuentes de información, me hablan de que la función
de restaurante era importante, pero lo que más movimiento generaba, era la barra
situada a la entrada del local. En ella se sirvieron unas poco conocidas por la
ciudadanía, Ancas de rana acompañadas por un vino rosado que consiguieron un
buen número de adeptos; me hablan también de un cocido capaz de satisfacer
cualquier estomago y para no seguir hablando de comida, apuntar que según parece
en el escaparate que veis en la foto, solía estar un cuenco de barro de los
utilizados para elaborar nuestra Queimada, que las noches de fin de semana “se ponía
a funcionar”. A ver si recuperamos esa tradición
que al menos que yo sepa, se esta perdiendo…
Tamén é certo que como di algún, "queimar unha auga ardente tan bo como o noso, é un pecado", cuestión de opinións