Ourensanos de acampada en Bayona.
Fotografia propiedad de Ricardo Yague.
En ocasiones me preguntáis, como puedo recordar muchas de las vivencias que utilizo para ilustrar las imágenes. Como es lógico, la inmensa mayoría no son mías, si no de buenos amigos a los que no me canso de agradecer su colaboración.
En los últimos tiempos el listado ha crecido de una manera espectacular, tanto que tengo en la agenda demasiados "cafés", pendientes, algunos ya se han acostumbrado a mi crónica falta de tiempo y son ellos los que me honran con sus visitas, siempre agradecidas. En otras ocasiones como la de hoy, Ricardo Yagüe, quien hasta hace bien poco era un total desconocido, actualmente os aseguro que lo tengo en gran estima; en parte reconozco que porque era amigo de mi tío Manolo, al que le tenia un gran aprecio, pero también por méritos propios. Ricardo, no duda en poner a disposición de los demás, su tiempo y energías, colaborando en todas las iniciativas benéficas que se le proponen. Ademas de disfrutar recuperando viejas imágenes como yo. (en facebook tiene varias páginas, ademas de su muro plagado de preciosas fotos del ayer; ha creado dos paginas Personas que hicieron A Rua de Valdeorras y familias de A Rúa...., os recomiendo que le deis un vistazo sobre todo si sois de aquellas bellas tierras.
Pues, bien Ricardo me ha enviado esta fotografía y un retazo de sus recuerdos de juventud, cuando las diversiones eran pocas y una de las maneras de salir de casa en verano era con los campamentos del Frente de Juventudes.
Durante el bachillerato cursado en el Colegio C. Cisneros (de aquellas situado en la calle de la Barrera), teníamos una asignatura llamada Formación del espíritu Nacional “FEN”. Un mando de falange, unos días nos impartía charlas y otros “gimnasia” (que así se llamaba la actual Educación Física) en el campo del colegio. (Para que os situéis, en ese terreno hoy están la calle doctor Marañón y las escaleras de Calpurnia Abana con todas sus edificaciones).
Recuerdo que en las clases de gimnasia, algunas empleadas del Hotel Barcelona, cuya trasera daba al campo del colegio, con su serio uniforme, mandil blanco sobre vestido negro, comenzaban a subir y bajar los brazos imitándonos, consiguiendo nuestra carcajada y el malestar del profesor.
|
En esta postal podéis ver la zona donde estaba el patio de Cisneros, toda esa finca cerrada por un alto muro de piedra la delimitaba |
En 5º de bachillerato el profesor nos invito a participar en los turnos de verano del campamento Monterrey. Me ilusiono y enseguida me anote con el beneplácito de mis padres. Para preparar mi asistencia al campamento, pase por el edificio del frente de juventudes en el parque de san Lázaro donde me atendieron con agrado y tras una charla el mando juvenil me explico las actividades que desarrollaban y que si quería participar en ellas tenía que encuadrarme en una centuria; lo comente en casa y les pareció bien por lo que fui a que me anotasen. Con solo 15 años, me incluyeron en la centuria Silvio Viso de chicos mayores que yo.
|
Patio del Colegio Cisneros en la calle de la Barrera años 50 |
Recuerdo al jefe de centuria Ramiro Rojas, que se desvivió para que me encontrase a gusto con ellos, y que me asombro por su forma de expresarse en las reuniones y su gran amor a España, así como su discrepancia con cosas y actuaciones que consideraba necesario modificar. A parte de la vida campamental, participe en el equipo de futbol de la centuria, obras de teatro que representábamos creo recordar en el coliseo Xesteira y mas competiciones a nivel nacional que tenían lugar en Madrid (a mi me toco en el equipo de transmisiones) Otra de las actividades que me encantaban eran las marchas o excursiones. Me acuerdo una a Santa Cruz de Arrabaldo, pero el mejor recuerdo es de la que hicimos por las Rías Baixas; en tren hasta Vigo y después caminatas de 40 km diarios, preparando nuestra propia comida y montando las tiendas en la playa donde dormíamos. Pasamos a Portugal por Valenca como premio por nuestro comportamiento y allí compramos tabaco, “3 vintes” se llamaba y nos tomamos una gaseosa que le llamaban “pirolito”, su cierre era una canica de cristal. Vuelta a Vigo y desde allí de nuevo en tren para Ourense.
continuara.....