Nació en la calle
Progreso nº 93 hoy 127, la fachada se mantiene intacta.
Hotel Barcelona 1910-1999
Junto al roma y el Miño, durante años fue una de las mejores
opciones para la estancia de los visitantes a la ciudad. Nació llamándose Hotel La Barcelonesa, pero
supongo que los ourensanos de aquellos tiempos para hacérmelo más complicado en
ocasiones se referían a él como Fonda Barcelonesa, y no contentos con eso en
1918 lo cambiaron de ubicación y pasaron a llamarle Hotel Barcelona.
En 1910, era el Hotel Roma la mejor opción para pasajeros de
“postín”, pero era claramente insuficiente, y el Hotel Paris, aunque agradable,
tenía pocas habitaciones; el Miño era ya un proyecto de Andrés Perille, pero habría
que esperar por la reforma del edificio. Ante esa situación, Jaime Canals quien dirigía
la cocina del Roma, en el verano de 1910 decide convertirse en empresario y
funda la barcelonesa en la misma calle. Progreso 93.
Canals era un reputado “chef de Cuissine”, nuestros abuelos
no dudaban en ensalzar los méritos utilizando extranjerismos, y hoy seguimos haciéndolo…
Como decía Canals recalo en la ciudad de la mano del roma, donde durante un
tiempo se encargó de los fogones, venia precedido de fama internacional, se decía
que durante un tiempo había gestionado la cocina del 27º presidente de los
EEUU, Howard Taft. Y por lo que he podido comprobar, la Barcelonesa destacaba
por su fantástica cocina.
En sus instalaciones se servían banquetes, pero también existían
opciones como la de encargar comidas para domicilios, y un novedoso servicio de
catering, de ese estilo he conseguido recuperar el menú que en 1915 Canals
elaboró para la fiesta que los reclutas que juraban bandera en 1915 ofrecieron
a sus veteranos en las dependencias del cuartel de San Francisco; como siempre
en aquella época la nomenclatura francesa se suponía garantía de alta calidad,
y no digo que no lo fuera, pero con frecuencia lo que se conseguía es que los comensales
no tuvieran ni idea de que iban a llevarse a la boca….
En este caso, el menú alternaba “misterios” con viandas conocidas:
“Hor d´acuvies (entremeses
variados), aceitunas sevillanas, Arroz a la valenciana (paella), Aloyau de veau
parmentier (solomillo de ternera con puré de patatas), Pollo asado, salade de
saisson (ensalada de temporada), fromages (quesos), frutas biscuit (galletas) y
vinos”
Pongo la traducción
para facilitar el trabajo a los que como yo no dominen el francés…. Pero sigamos.
Es este periodo comprendido entre 1914 y 1916 el más
complejo en la historia del hotel, pendiente de mejor confirmación, durante un
breve periodo de tiempo, el hotel cambio de manos o al menos de gerencia y paso
a denominarse Hotel Cataluña, siendo el gerente Manuel Puig. Este señor
demostrando ser conocedor de la mentalidad de los catalanes, en su presentación
dice: El nombre de Cataluña que lleva el rotulo, sirve para que mucha gente
de la región catalana que a Orense viene, prefiera este a otros hoteles. Los
habitantes del principado son extremadamente regionalistas y no dejan jamás de
favorecer todo aquello que le recuerda de algún modo su querida pequeña patria.
Otro banquete servido en el cuartel el día de la patrona, en
esta ocasión por el Señor Puig nos confirma parte de esos cambios. Otro dato aclaratorio es el del fallecimiento
de Canals en diciembre del 1915. Y el siguiente dato nos habla de que es el
empresario Estanislao Reverter, quien se hace con la propiedad, y decide
continuar con el negocio a pesar de que su experiencia era en empresas de
construcción, y no en hostelería; sin embargo la buena clientela que
frecuentaba él hotel entre otras motivaciones le indujeron a intentarlo.
Reverter fue quien decidió trasladar el hotel de
Progreso, a la calle Pereira 13 donde muchos lo conocimos, lo que no pude
averiguar es si Estanislao ya era propietario del edificio de Progreso, o fue
en ese momento cuando se hizo con él. Lo que si se sabe es que durante algunos
meses Fonda y Hotel Barcelonesa coexistieron…
Pereira 13 hoy Avenida de Pontevedra.
En su nueva ubicación,
si bien mantuvo el servicio de restaurante, como la mayoría de hoteles de la época,
se centró en dar servicio a viajeros, representantes de comercio y
profesionales de la sanidad. Entre ellos alguno como el recordado Hentschel, comenzó
su relación con nuestra ciudad en las dependencias del Barcelona, donde
mostraba los catálogos de los camiones que vendía. En 1920 Reverter, decide
centrarse en su empresa de materiales de construcción y tras hacerle una
profunda actualización al hotel decide su traspaso.
Son los Hermanos Pérez,
profesionales reconocidos, que ya gestionaban el Hotel Suizo en Ferrol quienes
lo reciben en pleno funcionamiento, incluido el servicio propio de transporte a
los trenes. En esta etapa continua como actividad prioritaria, el uso por parte
de comerciales y doctores de todo tipo, pero también se ofrece un excelente
servicio de banquetes, siendo una de las opciones elegidas por muchos
ourensanos para bodas y demás eventos. En 1927 comienza a llamarse Barcelona.
Lejos quedaba aquel 1914 en que la tienda Coruñesa “Aux
elegants”, utilizaba los salones del hotel para ofrecer su colección de sombreros
a las damas Ourensanas, pero aunque las modas cambiaran, el Barcelona ya se había
convertido en punto de referencia, junto a oculistas que durante temporadas recibían
a sus pacientes en salas habilitadas, y fabricantes de bragueros, llama la
atención la señorita Manolita que en los años cuarenta ofrecía a las damas un
nuevo servicio de Depilación eléctrica…
Al final fueron casi 90 años de actividad de un hotel histórico
y con muchas historias, en él se celebró la cena del partido republicano para
celebrar la reelección de su presidente Luis Fábrega; rara era la semana en la
que no había un “lunch”, nupcial, o una de las frecuentes reuniones de la asociación
de la prensa Ourensana; sin olvidar la larga lista de viajeros que eligieron
sus instalaciones para pasar unos días en la ciudad. La duquesa de Alba entre
otras.
Aquel año de 1999 cerró las puertas un hotel, pero Ourense
vio cómo se perdía parte de su historia….
Con el tiempo supimos que el edificio era adquirido por
Caixa Galicia para ubicar allí sus oficinas, pero los movimientos del mundo de
la banca, han hecho que este todo parado y el edificio deteriorándose día a día,
detrás de una gran lona que maquilla la realidad.
Antes de adquirirlo Caixa Galicia, durante la ejecución de
unas obras, sufrió el derrumbe de parte de la estructura interior, y en ese
estado esta. Por fortuna los cuadros que decoraban las paredes, obra en muchos
casos de artistas locales, como Prego, Quesada, etc. se habían retirado ya en
el momento del cierre.