De regreso a mi cita diaria decidí escoger a nuestro emblema de modernidad, como fue considerado en el momento de su inauguración: La Torre.
Hace aproximadamente un año que se está realizando un trabajo de conservación en nuestro edificio mas “alto”, y en varias ocasiones me han preguntado si la imagen que ya presenta ¿se corresponde con la original?
Hace aproximadamente un año que se está realizando un trabajo de conservación en nuestro edificio mas “alto”, y en varias ocasiones me han preguntado si la imagen que ya presenta ¿se corresponde con la original?
La postal que hoy encabeza la entrada creo que ayudara a
confirmar el acierto de la reparación,
si os fijáis la fotografía se corresponde con los últimos momentos de la
construcción y la mayoría de trabajos pendientes eran los de preparar el
entorno, la torre estaba casi rematad. Y fijaros en la fachada….
Para que no se sientan defraudados los que pensaban en otros
colores, os muestro también estas otras imágenes, que dan lugar a ese -cambio de
color-.
La primera, me atrevo a decir que debido a la luz con que se
obtuvo la imagen, la fachada presentan unos tonos grisáceos que nadie recuerda
realmente. La segunda tiene más clara la causa: si os fijais, aún están presentes los andamios, y lo que se ve en tonos azulados supongo que sería el aislante térmico imprescindible para la fachada, (lo que tengo que preguntar es si era efectivo, poca cosa me parece, aunque en aquellos años seria lo último...).
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