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| Recorte de la conocida postal de Arribas de los bueyes delante de la ferretería Arean en la calle Progreso (la tenéis en el blog) |
Se animo el amigo Javier Torres a enviarme otra
colaboración. En esta ocasión nos aporta datos de los vapores que nuestros
paisanos utilizaban para su periplo americano.
Su investigación le ha llevado a encontrar, si no los
mismos (que alguno no se yo), carteles muy similares a los que llenaban las paredes de nuestra ciudad
en aquellos años.
Vapores de pasaje Ourense-America
En
el Ourense de los años 20, los lugares más transitados de la ciudad, lucían carteles
de la Compañía de Vapores “Lloyd Norte Alemán Bremen”; la Calle del Progreso, la Plaza Mayor, o los jardinillos del Obispo Cesáreo, eran los
escogidos para anunciar las salidas de los Vapores.
En
estos años, los Ourensanos inevitablemente sufrieron el castigo de la
emigración. Los destinos más habituales en ésta época eran La Habana (Cuba),
Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo, o incluso la ciudad de New York.
En este tipo de publicidad que
nos encontramos en postales y
fotografías de la época, estampadas en
las paredes de algunos comercios históricos de la ciudad como la Ferretería “Los
Dos Hermanos” de Manuel Areán; podemos descubrir un Vapor llamado SEYDLITZ, que
comenzó a surcar el Atlántico entre los años 1.903 y 1.908, para así renovar la compañía Lloyd su flota. Alternaba como podemos ver en ambas publicidades,
sus servicios con el Yorck, buque de similares características.
El SEYDLITZ
fue asignado al servicio de Sudamérica, hizo solamente un viaje antes de
la 1ª Guerra Mundial y una vez pasada la terrible contienda, después del armisticio, comenzó en 1921 a funcionar “a toda máquina”, incluyendo la ruta hacia Nueva York. Con 7.942
toneladas este buque tenía capacidad para 101 pasajeros de primera, 105 de
segunda y 1.700 de tercera.
En ésta publicidad de la época podéis ver el servicio a Cuba que prestaban ambos buques SEYDLITZ
y Yorck, “directamente a La Habana y
Galveston” con salidas desde Vigo o Villagarcía.
Inevitablemente me pregunto, ¿Cuántos recuerdos llevarían consigo éstos héroes, que tuvieron que dejar nuestra querida ciudad y
emprender una nueva vida en lugares tan lejanos? Y también ¿cuantas fotografías, retratos y alguna que
otra postal de nuestros fotógrafos de antaño atravesarían el océano?....
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