1895, negocios y desgracias

      Misión imposible es la de intentar contentar a todos los lectores del blog, son de muy variadas edades, ideas e intereses.  Por ello es que procuro tocar temas tan diferentes, personajes, edificios, son los mas vistos, pero aunque coincida sobre todo en el tema personajes, no olvidéis que conocer el ambiente en que estos se movían suele ser muy conveniente para entender sus actos. 

    Hoy en lugar de fotografías os traigo dos anuncios de prensa que no tienen desperdicio. 

 El primero de un local conocido y reconocido, ¿o no?.

  El Café La Unión, ya ha visitado el blog en mas ocasiones, de la mano de su propietario, José Rodriguez Santos, hombre generoso y enamorado de la música, lo que le llevó a colaborar de manera crucial en la existencia del Orfeón "Unión" Orensana. El caso es que según el anuncio en aquel año de 1895 estaría en el 17 de la calle Pereira (dato que ya no nos despista porque todos sabemos que era como se llamaba la actual Avda. de Pontevedra, así como tampoco nos llama la atención ver que lo sitúa en: La Huerta del Concejo, que como sabemos era uno de los nombres anteriores de los jardinillos de Concepción Arenal, ¡ay!, perdón, hoy son del Obispo Cesáreo....). cuando nosotros lo situábamos en el edificio del Hotel Barcelona, (ese que esta empaquetado esperando que sus dueños decidan: que fin darle, tal vez se ahorrarían dolores de cabeza si lo devolvieran a la ciudad para su habilitación como centro de cultura????., no me pidáis que lo razone que no quiero tocar temas políticos. pero allí un archivo fotográfico de Ourense quedaría, excelente no os parece?????). Intentad no leer los paréntesis, son "cosas raras" que se me ocurren. Os decía que no lo ubico en el 17 mas bien esperaba que el anuncio hablara del 11 o el 13, pero..., ¿quizás un cambio de ubicación??, el 17 creo recordar que tuvo que "caer" para que la calle cogiera la misma linea ya que en esa zona había un retranqueo importante. Habrá que estudiarlo.

 Otro dato de ese anuncio es el de ponernos en la pista de los gustos de nuestros tatarabuelos, "Gaseosa de Frambuesa, Zarzaparrilla y Grosella, ¿a que sabe eso???.  Comían de 11 a 12 de la mañana y cenaban de 19 a 20, horarios europeos de verdad, ¿en que momento nos maleamos????. Y en el tema bebidas de graduación, nada de ginebra y ron, Burdeos, Jerez y Champagne.  Sabían vivir.... (al menos los clientes del Unión....)

Este otro negocio aparentemente es poco conocido, pero si os fijáis en la dirección rápidamente la asociareis con el almacén principal de Don Celso Ferro uno de los mas afamados almacenistas de la ciudad.  Au L`ouvre,  Bonne Marche eran otras de sus enseñas. Pero hoy no es el señor Ferro el objeto de mis notas, sino su predecesor, Eladio Gutierrez, quien llevaba camino de ser uno de los mas altos próceres de la ciudad cuando por causas totalmente desconocidas decidió terminar con su vida en su casa de Mende, en el año 1892, 5 febrero, (al menos llevaba 12 años en los negocios). Solo a modo de especulación, como causa, me atrevería a citar las económicas, ya que las únicas notas que encuentro sobre el en prensa hablan de los continuos robos que sufría de mercancía. Eran unos años muy complicados, inundaciones, mala cosecha, hambre, y eso hacia que mucha gente normalmente trabajadora y cumplidora se viera abocada a ganarse la vida de cualquier manera, fue así como los ferrocarriles se veían a diario asaltados por rateros y bandas que "retiraban" la mercancía, sin dejar rastro, abrían el paquete, quitaban parte y cerraban, las sospechas sobre los vigilantes eran una constante, pero...... El problema es que al ir los paquetes cerrados el destinatario no se daba cuenta hasta que los comparaba con la factura y al reclamar a la casa esta le aseguraba que la mercancía había salido de fabrica. En un solo día denuncio el robo de telas por valor de 2500 reales, (al cambio unos cuantos miles de euros...)

   Bueno dejemos el tema, después de ese luctuoso hecho, la viuda e hijo, intentaron reponerse y desde luego que por lo que vemos en el anuncio llevaban buenas ideas, añadieron al comercio un Salón exclusivo en el que los clientes recibían un trato exquisito y personalizado.

   Poco tiempo después se produjo el traspaso a Celso Ferro, no se los motivos.....