Los primeros años del siglo XX, es cuando se desarrolla la mayor parte de historias que nos cuenta D. Vicente, el Paseo era solo un camino de tierra que conducía al campo de la feria, hoy parque de San Lázaro, no existía Juan XXIII y la principal conexión de Progreso con la parte alta de la ciudad era la Carretera de Trives, hoy Concordia.
El Orense Perdido De Don Vicente Risco
El capítulo de hoy es de los que me da cierto reparo a la hora de escribirlo por diferentes motivos, el primero y principal el respeto y admiración que siempre tuve por don Vicente; en casa se le consideraba amigo, pero eso era privilegio de mis mayores, cierto es que en alguna ocasión os he contado que con Don Ramon la relación era más afectiva, pero ya sabéis aquello de: el roce, hace el cariño. Don Vicente falleció meses antes de que yo cumpliera mi primer año…. Así que jamás pude disfrutar siquiera de su conversación, y mi idea sobre el era la de que había sido un duro profesor que tuvo mi madre en la escuela Normal…
Fue con el tiempo que descubrí muchos de sus textos, y principalmente artículos periodísticos, para mí excelentes referentes… entre ellos, me consta que casi todo Ourensano conoce su Orense perdurable, que con los dibujos de Conde Corbal, es una delicatessen; lo que creo que no todo el mundo conoce, porque (que yo sepa) nadie sacó a la luz una reedición de ellos; me refiero a la aventura de don Vicente en el diario La Región, volcando sus recuerdos de niñez; de aquellas, me refiero a finales de los 50, Don Ricardo Outeiriño, sabiamente decidió colocar esos breves artículos en la portada, a sabiendas de que cautivarían a los lectores.
Realmente no he podido disfrutar de estas joyas hasta hace poco tiempo, bendita www.Galiciana…. Confieso que, en mi primera lectura, estaba preocupado por si hubiera coincidencia de datos y se pudiera interpretar algún tipo de copia por mi parte, pero según fui avanzando me tranquilice, Don Vicente habla de sus vivencias y yo de las mías, y cuando no son mías, me baso en prensa y relatos de amigos.
Ahora que se aproximan los días de descanso veraniego creo que es buen momento para que los aficionados a estas historias disfruten de su lectura. Podéis encontrarlas buceando en la web galiciana .gal
Don Vicente jugaba con una gran ventaja y era que se limitaba a contar sus recuerdos, con lo cual poco o nada tenia que contrastar, de esa manera alguna semana eran hasta tres los capítulos que entregaba al diario. Al final solo he podido contabilizar en torno a 75 artículos que salían con una cadencia caótica, lo mismo salían cada tres días que cada diez, supongo que dependería del tiempo disponible por don Vicente para dedicarle al tema. Lo que si se respetaba era que su publicación se hacía en portada.
Comenzó con una introducción el 1 de julio del 58 Platica previa en la que hacia su declaración de intenciones y que con humildad y permiso creo que puedo arrogar a mi blog y artículos, esta son algunas de las frases que me habría gustado se me ocurrieran a mí: las transcribo “casi” literales.
“Orense crece y creciendo se va ocultando a si mismo…”.
“Ayudados por la saudade vamos a hurgar en la historia de nuestra ciudad…”
“Nada de historia externa, nada de historia oficial; solamente historia intima, vida privada, costumbres corrientes de buenos vecinos…”.
Y la frase que para mí lo define todo: “Solamente lo que no tiene importancia porque importa más que todo”.
Dicho esto, se lanza a recordar y disfrutar…
Calle Progreso circa 1900, fotos que podrían ilustrar el Orense perdido de Don Vicente.
Después de esa declaración de intenciones, pasa a contarnos quienes eran los Gomosos, en aquellos años comenzó esa moda que aun hoy, aunque menos llamativa persiste, y entre medias muchos conocimos a los amantes del “Patrico”, los pegamoides, los tupes imposibles de algún roquero etc. etc.
Intentaba seguramente que, al leer sus artículos, nuestra mente “viera” el escenario en e3l que discurrían, moda, estilos, costumbres… Y aunque no voy a escribir un índice de sus artículos citare el siguiente, que, si bien era de algo que tuvo su momento y su moda, yo lo hubiera obviado, nos contó la historia de la “escupidera de Juanito”.
El resto doy por supuesto que cada lector escogerá los que mas le gusten, pero en mis lecturas alguno hay que se me ha quedado grabado y me ha hecho actualizar notas. ¿Recordáis que don Vicente viva en la calle de la Paz?, vecino de escalera don Ramon Otero, y de calle de Xocas, eso le hace buen conocedor de aquella calle “principal” de su orense perdido, por su recuerdo hoy se que enfrente de su casa estuvo una de las tabernas mas conocidas de la ciudad, (hoy olvidada), la taberna de Concepción y muy cerquita la ferretería del Camba. Otros capítulos jugosos, son los que hablan de los cafés, de la mayoría ya he aportado yo datos, pero en los textos de Risco, se encuentra lo que yo no puedo aportar: la vivencia, mañanas en el Café de La Peña, aquel que tenía un quiosco en la alameda delante del hospital de San Roque, tardes de partida y relax en el Unión y noches de tertulia y copa en el Moderno o el Royalty según el momento…
Otro tema de los que más me atraen: los cines y espectáculos de aquel viejo Orense, fueron tema habitual de Risco, El Pinacho, El Barbagelatta, el Circo de pulgas la casa de fieras, y unos cuantos más, aunque que por desgracia siguen manteniendo incógnitas, como la de la ubicación exacta la mayoría imagino que se instalaban de manera ocasional en la alameda, y otros nos aporta el dato de su instalación en plazas, ¿pero otros? me explico, Pinacho, Salón de Variedades y Salón Apolo fueron tres de las salas y por mis datos las tres ocuparon el mismo solar en la esquina Paseo- Alba( (Alejandro Outeiriño), pero el Barbagelatta “pienso” que cerca, pero no estuvo ahí. descubrí y ando en busca de datos, la existencia en Auria de un Teatro de pulgas que existió en un piso, ciertamente los artistas mucho espacio no precisaban, y para ver el espectáculo aun utilizando la lupa que te prestaban con la entrada, habría que acercarse. Y finalmente algo totalmente desconocido, la existencia en un local de lo llamado: “Teatro de Fantoche”, lo que yo conocí como Chacolí, y se suele llamar teatro de marionetas, según nos cuenta hubo uno instalado en los bajos de su casa en la calle de la Paz, (en cual), en el de la librería de Marina no creo, o sí???….
Muchas más son las historias y datos que Don Vicente Risco nos regala en estos fantásticos artículos breves, y a los amantes como yo de la historia Ourensana sin duda os gustaran; mientras conseguimos ¡ojalá! que se recopilen y publiquen, os recomiendo rebuscar en Galiciana y disfrutarlos. Gracias Don Vicente.
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