O Concello. ¡La culpa fue del reloj!!!
El viejo salón de
plenos del Concello. Presidido por el retrato del Rey Alfonso XIII. Ac
Fotografía del
estudio Schreck circa 1930. Cedida por Pablo G. Prieto
Acostumbrados a celebrar las campanadas de
fin de año con la vista puesta en el madrileño reloj de la puerta del sol, con
frecuencia olvidamos que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudades del país,
también tienen el suyo. En el caso del
que fue primero en enseñorearse de la fachada del edificio Concejil Ourensano,
las circunstancias le llevaron a ser la causa última de la construcción de
nuestro actual Ayuntamiento.
Os lo explico: Durante muchos años los
ediles y alcaldes (además de no cobrar), no tenían siquiera un lugar propio donde reunirse, El patín de la
Catedral, a Horta do Concello (hoy jardines de Bispo Cesáreo), o la entrada de Santa
María Madre eran algunos de los lugares donde se reunían a decidir los asuntos
de la ciudad. Pero vamos al asunto, que ya os advierto que entre los cambios de
denominación de calles y las complejas referencias que se encuentran en los
documentos, yo al menos no me atrevo a dar el tema por zanjado.
Después de un paso
intermedio por el cual las casas de los ediles o regidores servían de asilo a
los plenos, por fin, se conoce la propiedad de varias casas consistoriales: la
primera se puede considerar una de estas casas de ediles en concreto la de Loys Gonçalves por ser conocido que se
le había confiado la custodia de “A Arca do Concello”; le sigue la que
probablemente sea la primera de las situadas en la Plaza Mayor, otra que se
conoció en la calle San Miguel, y en su pared estaba A Fonte do Rei, (os suena…
en el edificio actual está “La Coruñesa”), otra que el Concello había adquirido o alquilado en
la Rúa Nova (Lamas Carvajal) sin olvidar el paso provisional por el viejo
Hospital de San Roque en la Alameda (ese edificio, los que seguís mis notas,
sabéis que fue uno de los comodines de la administración local, cuando no había
donde meter “algo” se le hacía allí un hueco).
Dibujo de Ático
Noguerol custodiado en el AHPOu, muestra la casa que ocupo el consistorio en la
calle de San Miguel, supuestamente solo fue utilizada como almacén y alojó
alguna dependencia administrativa
Dejémonos de pasear; la casa del concello en la plaza Mayor,
nació contra vientos y mareas, realmente no existía un solar apropiado para
edificarlo, pero la problemática existente entre el poder civil y el
eclesiástico, tuvieron la culpa de que se quisiera levantar justo enfrente del
palacio episcopal, (aunque muchos no lo recuerdan, es el edificio del Museo
Arqueológico cerrado desde hace…. Al pie de las escalinatas de Santa María
Madre), extraña decisión dada la diferencia de tamaño y estética de uno y otro,
pero el solo hecho de que se levantara el edificio ya era una victoria ante el
clero.
El pequeño tamaño,
justificó varias ampliaciones en el tiempo, pero también fue culpable de un
escaso interés por el mantenimiento de estructuras; desde el lejano año de 1515
en que se conoce dieron comienzo las obras, hasta el año de 1873 (24 de
octubre) en que este ya no pudo más y acabo cayendo el “solo” fueron más de 350
años en los que se conocen varios intentos de reparación, entre 1697 y 98 se
hace el más serio, que incluso supuso una pequeña ampliación pero no consta que
además de este a todo punto insuficiente, ninguno llegase mas allá de poner un
poco de masa en alguna grieta.
No se conoce la
fecha exacta, pero hacia 1866 se cumplió uno de los deseos de los ourensanos,
tener un segundo* reloj…. En el tejado
del endeble edificio se monto una estructura que soportara la maquinaria del
artefacto, pero el peso no era admisible. Durante un tiempo fueron dos los
relojes que marcaban las horas de la vieja Auria; aunque ese “lujo” tuvo como
coste la caída y muerte del antiguo edificio municipal. El estado del techo y
el peso del reloj hicieron que gran parte del edificio se viniera abajo la
madrugada del 24 de Octubre de 1873. La
única solución posible fue la construcción de un nuevo edificio que es el que
hoy conocemos. En él se construyó el hermoso salón de plenos que os muestro en
la fotografía, diseñado por José Soler Onrubia y los muebles originales obra de
Antonio Rodríguez (nov. 1893)…
*El único que existía
era el situado en la torre de la
catedral y su estado no era el mejor precisamente, el ayuntamiento que según
parece tenia la “custodia” ya en 1840
había decidido cubrirlo con un gabán, ¡perdón!!, un guarda polvo, según
contaba el gran Adrio Menéndez, pero no era suficiente para su cuidado y de hecho
hacia 1865 tuvo que acometer una costosa reparación..
Para saber más:
Del Orense Antiguo
por José Adrio Menéndez, 1935
Las Casas
Consistoriales de la ciudad de Ourense por Olga Gallego Domínguez, 1980
A casa de Concello de
Ourense por Avelino Rodríguez González,
2015
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