El edificio desaparecido que personalmente mas añoro, es el del Gran hotel de Roma, una joya de gran belleza que sin ninguna lógica (al margen de la especulativa) se permitió que desapareciera.
Por fortuna poco a poco van surgiendo fotografías que nos permiten descubrir como era tanto por el exterior como por el interior. Hoy os muestro una imagen muy poco conocida de uno de los servicios exclusivos que ofrecía el hotel. La Barra de clientes del primer piso, solo utilizable por los clientes alojados y algún VIP. Mas que pensada en el juerguista, lo era en el insomne, o el viajero que tenia que madrugar.
Mañana a las 20,00 nos vemos en el Marcos Valcárcel con mas fotografías e historias de aquel Ourense
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