Los dos diarios que
nos visitan hoy no eran pródigos en el uso de fotografías; es por ello que cojo
prestada una del gran Augusto Pacheco. En ella podemos ver el desastre que
ocurrió en los 60´s, afortunadamente no circulaba ningún carro en el momento
del siniestro
Viejas inocentadas.
La Zarpa y El Heraldo
El diario de Don
Basilio: La Zarpa, no gustaba de bromas y chascarrillos, lo suyo era la política y la
reivindicación, quizás por eso los días de Santos inocentes, pasaban
desapercibidos a sus lectores. Seguramente habría que hacer una búsqueda más
profunda, pero yo solo he sido capaz de encontrar está elaborada inocentada: En
diciembre de 1928 la Zarpa dio un susto a la población publicando la noticia de la dimisión en
bloque de los ediles y alcalde del Concello Ourensano. Hubo quien se lo creyó y
celebró y quien solo de pensarlo se ponía malo, son cosas que pasaban y pasan
cuando se habla de política. Quizás lo más llamativo fuera descubrir lo fácil
que era reponer a los mandatarios locales; aun no había transcurrido una hora
de la dimisión y el Sr. Gobernador Civil Don Vicente Rodríguez Carril, ya había
nombrado a los sustitutos en los cargos, por cierto en la lista de sustitutos
aparecían algunas mujeres…..
En 1925 dentro
de su célebre sección MOSTACILLAS del día 29; quizás descubriendo inocentadas
de otras cabeceras el día anterior, o como era habitual utilizando la retranca
para “varear” las mentes, don Basilio escribía estas perlas:
¿Creer que no nos la pegan los amos y
dependientes que en los mostradores bregan? ¡Inocentes!
¿Creer que las niñas peras y niños
impertinentes tienen algo en las seseras? ¡ Inocentes!.
¿Creer que los catedráticos de
ciertos centros docentes no son unos lunáticos? ¡Inocentes!.
¿Creer que en la capital no hay
callejas malolientes que piden colonia Gal? ¡Inocentes!.
Don Valentín sin embargo en su Heraldo era más
de tirar de ironía con frecuencia y ese día no iba a ser menos. Lástima que su
salida semanal solo permitió que el periódico saliera durante su existencia un
día de los Santos Inocentes. Eso ocurrió en 1876 y tal día como aquel 28 de
diciembre se lleno de artículos que aun hoy no sé bien si eran inocentadas
o realidades, el Ourense del XIX, que nos “conservo” don Valentín Lamas
Carvajal, era un hervidero de retrancas y realidades que a mí en más de una
ocasión me confunden. A modo de ejemplo. Aquí os dejo esta noticia. Para que
juzguéis:
Se susurra que
anteanoche se promovió un altercado entre las campanas mayor y prima de esta
S.I.C. (Santa Iglesia Catedral) por cuestiones de pura etiqueta /…/, de cuyas resultas salió gravemente
herido el campanero /…/. Parece que al intervenir en el conflicto las otras
campanas han sufrido algunas contusiones en sus respectivos badajos”.
Según el diario de Don Valentín ese día 28 fue un “sin vivir”
para la prensa, incapaz de dar cobertura a todos los actos del día. Desde la
inauguración de la ansiada vía férrea Orense- Vigo (que tendría garantizado el
funcionamiento de las maquinas gracias a la tracción “asnal”, los asnos
residentes en Mende, serian los encargados del servicio). Pasando por la
concesión del título de Castilla de primera clase a don Juan de la Coba y
Gómez. Por no hablar del tétrico anuncio del entierro del fallecido
repentinamente Don Valentín Lamas Carvajal, lo de tétrico posiblemente se quede
corto, al ver que el mismo escribía el recorrido de la comitiva y asignaba
responsable para dedicarle una elegía…. Otra gran y esperada inauguración era
la de la nueva casa- ayuntamiento “acabada de construir”, para este acto y dado
el estado del escenario, se había invitado a:
/las lechuzas y murciélagos de la ciudad/ (era la amera de Lamas de incitar
a los mandamases a conseguir hacer el tan necesario edificio consistorial.
Ese mismo día se encarga a don Luciano Cid que intermedie
con el Sultán de Turquía…. Y el que más gracia debió hacer a toda la población
es el que avisaba de la concesión de honores por buenos servicios Al presbítero
Luis Cid y al platero Sampayo (plaza del Hierro), este ultimo según decía el
diario regalaría una peseta a todos los pobres que se acercaran a felicitarlo
durante el día. No quiero pensar el revuelo que se formaría en la fuente del
hierro ese día.
Yo continuare indagando sobre este tema de los inocentes, pero creo no equivocarme al asegurar que como Augusto Pacheco nadie se ha preocupado de “hacer picar” a los Ourensanos INOCENTES.
No nos engañemos, Don Augusto no siempre conseguía que los
inocentes picaran, la premura de tiempo solía ser la culpable de que a veces el
resultado diera un poco el cante. ¿No?.... Fijaros en la pantalla que se
instalo en el parque…..
Las fotos originales que realizó Augusto Pacheco para sus
inocentadas se conservan en el Museo Etnolóxico de Ribadavia de la Xunta de
Galicia, a cuyo personal agradezco su colaboración.
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