De todas maneras, hay cosas que no han cambiado desde aquellas, y poco tiempo después se vio la necesidad de dotar al edificio de ventanas, y de algo muy importante en un colegio: baños.
Pero como os decía, hay cosas que no han cambiado; los sucesivos alcaldes de la ciudad mostraron una cierta predilección por ese colegio, al que sin duda le sobraban carencias, los poncios daban prioridad a las demandas que de allí se le hacían, no en vano eran niños los que a diario tenían que asistir a clases; pues bien, dicho esto. Era muy frecuente encontrar en prensa y por otros medios de moda en aquellos tiempos, la publicación de octavillas o sueltos, Las redes sociales de los años 30 protestando por la dejadez de las autoridades con el edificio, obligando a dar explicaciones que dejaban en mal lugar al acusador; Jesús Soria era uno de los que de manera habitual daba cuenta de las reformas hechas en ese edificio. Cierto es que hubiera sido más fácil hacer uno nuevo como al final se hizo, pero….
La directora del centro fue Concepción Rocafull, (3 de abril 1929). Otro uso del edificio era el de centro de votaciones, algo que en ocasiones fue motivo de deterioro del edificio, era demasiado habitual que los ciudadanos para reivindicar errores en el censo, o recuento, aquellos conocidos como pucherazos… terminaran a pedradas contra los cristales o lo que fuera.
En 1961, la zona no era útil para un colegio, por ser la avenida de Marcelo Macías uno de los viales con más carga de tráfico de la ciudad, ese fue el principal argumento para vender el solar y facilitar la instalación del edificio de telefónica, se cerraba así un periodo de casi 50 años
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