Fotografía de Guillermo Alvarez, taller de Perille (hoy Galerias Centrales) años 40 |
Hoy en Ourense se puede considerar desaparecido el oficio de
limpiabotas, así como unos cuantos más de los considerados tradicionales. Una pena, pero el progreso es lo que tiene.
En buena lógica no considero factible su resurgimiento, a
pesar de que me consta que algunos aun sobreviven en nuestra España, (en Madrid creo recordar que en una de las
entradas de “el Jardín de Serrano”, presta sus servicios un ‘limpia’; y en
algún bar del viejo Madrid he visto alguno en ocasiones, supongo que alguno mas
andará por ahí, pero sus cajones ya se pueden considerar objetos de museo.
En nuestra Auria hemos tenido unos cuantos que por meritos
propios han alcanzado el grado de casi “celebridades”. El “Charleston” ya visito el
blog hace un tiempo, de Diéguez y el “Berdellón” estoy buscando
información entre mis “viejos “ amigos, de el “Ruso” ya anda una fotografía
por el blog en su faceta de afilador y
del bueno de Danielito unos amigos me dicen que se dedicaba al oficio, y otros
me dicen que aunque estaba a diario por la plaza Mayor sus limitaciones físicas
no le permitían ni siquiera hacer ese trabajo, (cuando consiga consensuar los datos
de mis informantes aprovechare para enseñaros una fotografía que conseguí de
este entrañable Ourensano) . Hoy aunque no tengo ninguna fotografía suya (por más
que la he buscado…), quiero recordar a uno de los mas celebres ‘limpias’ que
tuvimos por aquí, os hablo de Luis
Pumar, El “Pispa.
El Pispa fue uno de
aquellos ourensanos que desde muy joven no tuvo más remedio que trabajar* para
ayudar en casa y salir adelante. Así fue como comenzó su vida laboral; de
maletero en la administración de Perille, recoger las maletas del coche de “punto”,
en la entrada de la administración en el Paseo y llevarla al maletero, o descargar mercancía de un carro y subirla
al techo del autobús eran sus atribuciones y con diligencia las realizaba.
Quiso la desgracia que un día, nadie recuerda como, el Pispa
se cayera desde lo alto del autobús, con tan mala suerte que sus heridas lo
dejaron invalido. Por su oficio no tenía
ningún tipo de seguro ni cobertura social, (que así eran las cosas, /por favor no entremos en comparaciones…. /)
con lo cual su futuro se dibujaba muy negro.
Su carácter afable, su espíritu de trabajo, y posiblemente también el
que se hubiera casado con una mujer que gozaba también de muy buena fama, María
Fernández (cocinera del doctor Mosquera); facilitaron que un industrial de la
ciudad le regalara un puesto de limpiabotas, licencia e instrumental. Se
comenta que fue el propio Perille, pero no he podido confirmarlo; hoy nos parecería
poca cosa, pero de aquellas seguro que supuso un buen respiro para el amigo
Luis.
La desgracia no consiguió cambiar su ánimo, y Pispa continúo
siendo un hombre jovial y servicial, muy querido sobre todo por los jóvenes de
la zona de Verin y la Limia, cuentan que:…… era habitual que le enviaran recado
para que cogiera billete de tren hacia
Madrid u otro destino
“Pispa se va mi hijo a Madrid, cógele un billete y ya te lo pago yo después,
¿De Primera?,
Venga vale……
el truco de Pispa era que conociendo a los infantes, el
billete lo cogía de tercera y la diferencia se la daba en efectivo al chico,
quien se lo agradecía de todo corazón; aunque lo mejor vino después, cuando
esos mocetones agradecidos pasados los años se convirtieron en abogados,
doctores, ingenieros, empresarios o “vagonetas”
que de todo hubo, pero todos agradecidos al amigo Pispa; con esas amistades cuentan que una recomendación
del Pispa, tenia más valor que la de algún alcalde de aquellos tiempos.
¡Un buen tipo!!!!!!!!!!.
Me guardo algunas anécdotas para el día que encuentre una fotografía suya y os lo pueda presentar.
A falta de foto de Luis, os enseño estas dos que muestran su
lugar de trabajo, la de arriba ya la conocéis porque lleva tiempo en el blog, me la presto Guillermo Álvarez con intermediación de mi buen amigo Lisardo Mazaira , y
la de abajo, una autentica joya, me la presta uno de nuestros mejores y más prolíficos escritores, Francisco Xose Fernández Naval "Chisco",
quien me ha prometido una colaboración tan pronto le sea posible. La mayoría de los datos me los ha facilitado este verano mi amigo Paco Saa; a todos muchísimas Gracias.
·
Desconozco a qué edad comenzó a trabajar el Pispa,
pero mis informadores creen que desde muy joven. Muchos ya no lo recordaran,
pero en este país también se permitía el trabajo desde muy temprana edad,
(quiero pensar que nada parecido a lo que ocurre aun hoy en día en ciertos
lugares del mundo …..), los que tenían la fortuna de que sus padres los
pusieran a estudiar, eran solo unos cuantos de los españoles; un grupo muy
numeroso accedían a la vida laboral por medio del aprendizaje directo en
talleres y fabricas, y otros
habitualmente con necesidad urgente de ingresos se ofrecían como pinches,
recaderos, limpiadores, maleteros y todo un gran catalogo de oficios que no requerían
especialización precisamente.
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