De nuevo mi amigo Federico Román nos regala otras de sus fotos acompañadas de datos interesantes y precisos; en esta ocasión el viejo puente de Castrelo se nos muestra en construcción. En aquellos momentos era motivo de alegría para las dos poblaciones que se "acercaban", Ribadavia y Castrelo, años después se convirtió en triste escenario de barbarie; y hoy vuelve a estar en el candelero por la imperiosa necesidad de reparaciones, cierto es que su nuevo hermano le ha restado utilidad, pero..... Gracias Federico.
En las últimas semanas se ha vuelto a solicitar la restauración del puente metálico de Castrelo de Miño.
Las dos fotografías que muestro están tomadas en su fase de construcción (Archivo familiar de María del Socorro Alonso Martínez-Risco). Dicho puente formaba parte del proyecto de diseño de la carretera de Orense a San Clodio (Archivo Histórico Provincial de Ourense: Obras Públicas y Urbanismo. Jefatura Provincial de Carreteras. Cajas 3005-3007), pasando por distintas fases:
El ingeniero que diseñó el puente fue León Domercq (1887), examinado por el ingeniero Jefe Garayzabal; el proyecto lo retomó Fernando Martínez Azúa (25-8-1893), cambiando el sistema de vigas Schwedler por el Bowstring. A continuación el encargado del tramo de la carretera donde se situaba el puente fue Salustiano Martínez Sancho (21-3-1894) y adjudicada la construcción a José Rodríguez Sotelo (8-8-1894), con un plazo de ejecución de 6 años, que se fue prorrogando sucesivamente. En 1901 el ingeniero encargado de la carretera fue José Roibal, a continuación Martín Díez de la Banda que también lo fue del puente, siendo en ambos casos ingeniero Jefe de Obras Públicas y revisor del proyecto Sebastián Martínez-Risco y Pérez-Santamarina. La contrata fue adjudicada a Hilario de Sertucha y Sarachú, de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, de Talleres de Zorroza (6-8-1904), de ahí que aparezca este nombre en la placa del puente con fecha de 1907. La recepción total de la obra del tramo de carretera fue el 8-10-1912.
La posible datación de las fotografías es anterior a junio de 1909, dado
que su propietario Sebastián Martínez-Risco falleció en esa fecha (está
enterrado en el cementerio de San Francisco al lado de su mujer Cándida Macías,
hermana de don Marcelo, y de parte de sus hijos y nietos), además de la
colocación de la mencionada placa en 1907, lo que debería ser anterior a ésta.
Aparte de resolver la comunicación entre ambas orillas del Miño con
amplias extensiones de vides; tuvo, con el tiempo, su imagen unida a los trágicos
sucesos de la guerra civil, que cuenta en uno de los capítulos de su novela “Os
libros arden mal” Manuel Rivas, y cita David Simón en su blog “Diario de un
médico de guardia”, y que permanecen en la memoria de muchos orensanos.
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