En el Concello de Ourense, y no me refiero al espacio físico, sino a las fuerzas vivas que lo componen. Ha habido ocasiones en las que lo que se regulaba, siendo posiblemente asunto serio y de necesaria resolución, el tiempo ha conseguido convertirlo casi en asunto cómico.
Podríamos citar aquí, las instrucciones dadas en su día prohibiendo el paseo de Gorrinos, si si ya lo sabéis desde 1932 no se permite que los cerdos paseen a su antojo por la ciudad (excusáis el chiste fácil), dos años mas tarde se prohibió la cría y engorde de estos "generosos" animales dentro de la ciudad; también fue necesario regular o más bien impedir que se pidiera “baile” a las muchachas que ya estaban atendiendo las evoluciones de otro gallardo muchacho. Incluso la escusa que se dio para eliminar las antiguas puertas de la ciudad hoy resultaría “extraña”, (de aquellas no se….), “consideramos necesaria su eliminación por impedir la correcta ventilación de las calles”, algo así decía el edicto. La justa y necesaria orden de impedir arrojar los “alivios” a la calle y unas cuantas más que sería muy largo citar, y tenemos días.
Hoy me apetece llamar vuestra atención, sobre ideas poco meditadas de nuestros legisladores locales. En varias ocasiones hemos comentado los bailes de fuentes, estatuas y otros objetos de ornamento urbano; también os he mostrado fotografías de las diferentes modificaciones hechas en la histórica Plaza del Hierro cambiando el nivel de la pendiente; yo pensaba que era un problema concreto de esa plaza; o incluso que se trataba de evitar que en días de lluvia se practicara rafting por Rapagatos, (perdón San Miguel, es que me encanta ese sonoro nombre). Pero parece ser que no, como podéis comprobar en la fotografía de hoy; no se trato solamente de la Plaza del Hierro, parece ser que entorno a mediados de los cincuenta hubo varios casos de ………….. no sé cómo llamarlo, ¿modificación de pendiente?, ¿cambio de rasante?, llamémosle como queramos, da igual.
La fotografía es una de las que “Xocas” lego al Museo do Pobo Galego y muestra un conocido rincón de Auria que en los viejos escritos, aparece como Plaza de la Hierba; hoy no soy capaz de deciros si es la calle Moratín, Corona, Primavera, la Plaza de la Victoria, Obispo Carrascosa, Bailen, o si está pendiente de “llamarse”. Para que nos entendamos al lado del “cerrado” Museo Arqueológico, donde está el busto de don Xesús Ferro Couselo. (lo de los nombres de calles, es otra historia).
Gracias a Javi Torres, que fue el mediador que me facilito el acceso a este archivo del Museo do Pobo Galego.
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