Consejos y avisos

21/2/25

Recuperar las barcas del Miño

 

Fue Olga Gallego quien escribió el primer trabajo que leí con este tema y desde aquellas me hizo pensar en la necesidad de recuperar “nuestras” barcas.

Recuperar las barcas del Miño

Durante mucho tiempo y hasta aún no hace mucho, el Miño suponía una frontera difícil de franquear que dificultaba en gran medida el desarrollo de las zonas ribereñas. Esa según cuentan los investigadores fue una de las causas del nacimiento de nuestra ciudad, ya que cuando buscaron los romanos el mejor emplazamiento para que un puente lo cruzara, fue el entorno de Ourense el que más facilidades aportaba, recordemos que en épocas estivales el camino del vao permitía cruzar sin mojarse….

  A causa de ello, en el curso de los ríos en la provincia de Ourense proliferó el uso de barcas en puntos estratégicos, se habla de casi medio centenar de barcas, operativas, la mayoría entre el Miño y el Sil. Lo habitual era una sola barca que daba servicio para mercancías y pasajeros, se trataba de grandes barcas, en las que podían alojarse incluso tres carros de bueyes con su correspondiente carga que con la tradición vinícola de nuestra provincia podéis imaginaros el trasiego de bocoyes que había…

Estas barcas las denomina Olga como “barcas de pasaxe” y nos confirma Ferro Couselo que podían llegar a transportar a veinte jóvenes con sus rocines bien cargados…. Lo normal era que tuvieran forma rectangular con la proa preparada para facilitar la entrada y salida de carros desde la orilla. El desplazamiento se hacia por medio de dos grandes y pesados remos a los lados. Para la fabricación de estas barcas no se conoce la existencia de empresas especializadas, siendo maestros carpinteros los encargados de hacerlas, con frecuencia en las cercanías del lugar donde iban a desarrollar su actividad.


Barcas de Ribadavia con dos carros de bueyes a bordo

En las zonas más pobladas, con Ourense a la cabeza, existió toda una cultura entorno al rio.  En varias ocasiones os he hablado de la pesca, que permitía a muchas familias, llevar una vida nada fácil, pero honesta, en ocasiones los jóvenes se sacaban un pequeño extra para sus caprichos, anguilas, salmones y truchas era lo habitual aunque si tenías suerte pasado Ribadavia podías sacar las cotizadas lampreas. Con el tiempo se introdujo el invasor “Blas Blas” del que me comentaba mi amigo Andrés, que más de uno vendieron él y sus amigos a restaurantes de postín. (años 50).  De aquellas el pescado realmente fresco era el del rio, lamprea.

En tiempos existieron tecnicas de pesca “casi “ industriales, por la cantidad de capturas, que se conseguian, pero eso era potestad de monasterios y…  os hablo de las pesqueiras o pescos, construcciones que se colocaban en las riberas del rio a modo de embudo, en ellas se colocaban diferentes artes, que capturaban a todo pez que se terciara. Ademas de ese metodo, tambien era muy practicada la pesca de caña desde las orilla, y en menor medida tambien desde barcas.

Se trastaba de las llamadas barcas “de Dornas”, de fabricación totalmente artesanal, desde luego no se puede afirmar que existiera una tipologia unoica, ya que dependian del ingenio y gusto del constructor; lo mas frecuente era fabricar dos dornas, “solo” habia que elegir un buen tronco de castiñeiro o carballo y vaciarlo, darle forma afilando la proa, y despues unir las dos, con tablas que servirian de asiento, en algunos casos se les llego a poner una especie de vela, unque lo suyo era la propulsion a remo. Pudieran parecer endebles, pero no constan accidentes graves. Cuando eran utilizadas para la pesca.  Digo esto porque se sabe que los pescadores en temporada estival complementaban sus ingresos con el uso lúdico permitiendo a los ourensanos surcar las aguas del rio; para ello solían poner unas tablas que aumentaban la capacidad pero al tiempo también crecía el riesgo, siendo en ocasiones motivo de tragedias; lo más sorprendente es que muchos de los que se subían a ellas para dar paseos, no sabían nadar.

Si veis las fotos que acompaño, os llamara la atencion como se disponia el pasaje, incluso con sillas, lo cual multiplica la estabilidad. 

Barca de dornas, para pesca

El Miño y Ourense, mantienen a día de hoy muchos secretos de su pasado, que en algún momento, alguien se animara a descubrir. Por ahora, además del excelente trabajo de Olga Gallego Domínguez: As barcas e os barcos de pasaxe da provincia de Ourense no antiguo Réxime, al que se puede sumar el que había publicado en 1991 sobre: Barcas y barcajes de los monasterios cistercienses en la Provincia de Orense, tenemos ya, trabajos más específicos, como el que en 1947 publico Alfonso Vázquez Martínez de las barcas de Filgueira, Fornelos y Celanova… O el artículo del historiador Juan Carlos Rivas Villanueva-Xesta que nos presentaba “Los dos antiguos” portos “fluviales de Orense”: “El Porto Auriense” y “El Porto Vello”: Sus barcas Ermitas y caminos. 1978. (De este autor su concienzudo trabajo sobre el Puente de Ourense también aporta datos sobre el tema.).

No conozco ninguno que desvele los seguros enfrentamientos entre el Monasterio de Melón y el concello de Ribadavia por el control de las barcas de la zona, que se suponía bajo su control, que no dejaba de ser una de las que generaban mas movimiento y por tanto mayores beneficios. O talvez un estudio sobre los molinos, o localizar las pesqueiras, o….

Y ya de paso podéis opinar sobre: ¿Qué os parecería recuperar alguna de esas construcciones, pesqueiras y molinos, junto con alguna barca?  Yo sigo convencido de que debemos mirar más hacia nuestro rio y que las barcas tienen que volver a él.

Barca de dornas, de Paseo. Foto de www.Canedo.eu

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