Durante mucho tiempo y hasta aún no hace mucho, el Miño suponía una frontera difícil de franquear que dificultaba en gran medida el desarrollo de las zonas ribereñas. Esa según cuentan los investigadores fue una de las causas del nacimiento de nuestra ciudad, ya que cuando buscaron los romanos el mejor emplazamiento para que un puente lo cruzara, fue el entorno de Ourense el que más facilidades aportaba, recordemos que en épocas estivales el camino del vao permitía cruzar sin mojarse….
A causa de ello, en el curso de los
ríos en la provincia de Ourense proliferó el uso de barcas en puntos
estratégicos, se habla de casi medio centenar de barcas, operativas, la mayoría
entre el Miño y el Sil. Lo habitual era una sola barca que daba servicio para
mercancías y pasajeros, se trataba de grandes barcas, en las que podían
alojarse incluso tres carros de bueyes con su correspondiente carga que con la
tradición vinícola de nuestra provincia podéis imaginaros el trasiego de
bocoyes que había…
Estas barcas las denomina Olga como “barcas de pasaxe” y nos confirma Ferro
Couselo que podían llegar a transportar a veinte jóvenes con sus rocines bien
cargados…. Lo normal era que tuvieran forma rectangular con la proa preparada
para facilitar la entrada y salida de carros desde la orilla. El desplazamiento
se hacia por medio de dos grandes y pesados remos a los lados. Para la fabricación
de estas barcas no se conoce la existencia de empresas especializadas, siendo
maestros carpinteros los encargados de hacerlas, con frecuencia en las cercanías
del lugar donde iban a desarrollar su actividad.
En las zonas más pobladas, con Ourense a la cabeza, existió toda una cultura
entorno al rio. En varias ocasiones os
he hablado de la pesca, que permitía a muchas familias, llevar una vida nada
fácil, pero honesta, en ocasiones los jóvenes se sacaban un pequeño extra para
sus caprichos, anguilas, salmones y truchas era lo habitual aunque si tenías
suerte pasado Ribadavia podías sacar las cotizadas lampreas. Con el tiempo se
introdujo el invasor “Blas Blas” del que me comentaba mi amigo Andrés, que más
de uno vendieron él y sus amigos a restaurantes de postín. (años 50). De aquellas el pescado realmente fresco era el
del rio, lamprea.
En tiempos
existieron tecnicas de pesca “casi “ industriales, por la cantidad de capturas,
que se conseguian, pero eso era potestad de monasterios y… os hablo de las pesqueiras o pescos,
construcciones que se colocaban en las riberas del rio a modo de embudo, en
ellas se colocaban diferentes artes, que capturaban a todo pez que se terciara.
Ademas de ese metodo, tambien era muy practicada la pesca de caña desde las
orilla, y en menor medida tambien desde barcas.
Se trastaba de las
llamadas barcas “de Dornas”, de fabricación totalmente artesanal, desde luego
no se puede afirmar que existiera una tipologia unoica, ya que dependian del
ingenio y gusto del constructor; lo mas frecuente era fabricar dos dornas, “solo”
habia que elegir un buen tronco de castiñeiro o carballo y vaciarlo, darle
forma afilando la proa, y despues unir las dos, con tablas que servirian de
asiento, en algunos casos se les llego a poner una especie de vela, unque lo
suyo era la propulsion a remo. Pudieran parecer endebles, pero no constan
accidentes graves. Cuando eran utilizadas para la pesca. Digo esto porque se sabe que los pescadores
en temporada estival complementaban sus ingresos con el uso lúdico permitiendo a los ourensanos surcar
las aguas del rio; para ello solían poner unas tablas que aumentaban la capacidad
pero al tiempo también crecía el riesgo, siendo en ocasiones motivo de
tragedias; lo más sorprendente es que muchos de los que se subían a ellas para
dar paseos, no sabían nadar.
Si veis las fotos
que acompaño, os llamara la atencion como se disponia el pasaje, incluso con
sillas, lo cual multiplica la estabilidad.
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Barca de dornas, para pesca |
El Miño y Ourense, mantienen a día de hoy muchos secretos de su pasado, que
en algún momento, alguien se animara a descubrir. Por ahora, además del
excelente trabajo de Olga Gallego Domínguez: As barcas e os barcos de pasaxe da provincia de Ourense no antiguo Réxime,
al que se puede sumar el que había publicado en 1991 sobre: Barcas y barcajes de
los monasterios cistercienses en la Provincia de Orense, tenemos ya, trabajos más específicos,
como el que en 1947 publico Alfonso Vázquez Martínez de las barcas de Filgueira, Fornelos y Celanova… O el artículo del historiador
Juan Carlos Rivas Villanueva-Xesta que nos presentaba “Los dos antiguos” portos “fluviales de Orense”: “El Porto Auriense” y “El
Porto Vello”: Sus barcas Ermitas y caminos. 1978. (De este autor su concienzudo
trabajo sobre el Puente de Ourense también aporta datos sobre el tema.).
No conozco ninguno que desvele los seguros enfrentamientos entre el
Monasterio de Melón y el concello de Ribadavia por el control de las barcas de
la zona, que se suponía bajo su control, que no dejaba de ser una de las que
generaban mas movimiento y por tanto mayores beneficios. O talvez un estudio
sobre los molinos, o localizar las pesqueiras, o….
Y ya de paso podéis opinar sobre: ¿Qué os parecería recuperar alguna de esas
construcciones, pesqueiras y molinos, junto con alguna barca? Yo sigo convencido de que debemos mirar más hacia
nuestro rio y que las barcas tienen que volver a él.
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Barca de dornas, de Paseo. Foto de www.Canedo.eu |
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