En marzo del 31 se
inauguraba esta tienda de la mano de los señores Varela, Rivo y González
Regreso
al pasado
Anhelo de muchos poder viajar en el tiempo, incluso, sin ser demasiado exigente en cuanto al sentido a elegir. En mi caso presumo de haber encontrado un sistema que “casi” me permite hacerlo al pasado.... A base de leer prensa antigua y con ella los recuerdos que nuestros ilustres convecinos, nos han ido legando; confieso que en más de una ocasión con la imaginación he conseguido pasear por aquellas épocas. Intentadlo con estos datos que hoy os facilito, para descubrir el Ourense de comienzos de los años 30. Los años del fin de la “ley seca”.
Comenzaba la década, con una relativa calma, pero todo hacía presagiar que las cosas se complicarían; principalmente el paro se mostraba como el problema por la ralentización que sufría la emigración (esa había sido la solución anterior...), y eso hacía que las autoridades buscaran como rentabilizar mejor sus escasos recursos. Construir el Gobierno Civil o la Casa de Correos, eran dos de las opciones pero no fue posible; la obra que si empezaba a mostrar cara era la de la plaza de abastos que llevaba años ejecutándose (se abre en 1935) y las que finalmente se llevaron a cabo fueron las de menor cuantía: pavimentación de varias calles, alcantarillado, reforma del cuartel y alguna carretera y escuela de la provincia. Quizás que se estuviera rematando el nuevo hospital, Hacienda y el Banco de España, junto al parque de San Lázaro fueran las excusas...
Pero veamos de disfrutar de nuestro paseo por Auria. Se acercaba el momento de esplendor de la calle del Paseo, pero aun eran las plazas del Hierro y Mayor junto a la esquina de San Miguel-Paseo las que conformaban el “centro comercial”. El Paseo aún permitía encontrar locales con precios de alquiler ajustados, y podían mantenerse en ella negocios como los talleres eléctricos Fraga (aunque ya buscaban relevo en la actual Concordia y la avda. de Buenos aires), talleres de coches, peluquerías como la de Deza o ferreterías como la de Perille, aunque en este caso don Andrés podría instalarse donde quisiera, aun así no tardo en mudarse a La Carretera (Progreso) y dejar al Hotel Miño con mas esplendor.
En aquellos años buscar nuestro paseo en la
prensa era tarea complicada el tramo más cercano al parque comenzó La década
llamándose Vicente Pérez, pasando por Fermín y Galán, hasta llegar a José
Antonio. El otro tramo había sido Paz Novoa y se convirtió en Calvo Sotelo.
Abrir el escaparate en Lamas Carvajal era garantía de éxito, junto a negocios de tradición como La Palma y Almacenes Feijoo, nacían las nuevas paqueterías, donde se podían encontrar los primeros artículos de pret-a-porter, (principalmente ropa interior, camisas, etc...), el resto normalmente “a medida”; los pudientes con la suya, y los no pudientes “a medida que iban creciendo” o heredando ropa de sus mayores.... (Recuerdo que en la mili también te daban el uniforme a medida “que ibas llegando”...).
El Barato fue uno de los que marcaron tendencia, además de ser de los primeros en idear sistemas de marketing para atraer clientela a su escaparate. Colocar un objeto que no encajara, y dar premios por localizarlo; poner carteles los domingos con los resultados de futbol, etc. Almacenes Los Populares fue otro de los nacidos en aquellos años, y también aporto sus ideas de marketing, siendo de los pioneros en crear “vales” de fidelización. Y ofreciendo sus escaparates como lugar de exposición, cuadros, esculturas, trofeos deportivos, etc. lo que fuera por conseguir que el público viera sus productos y precios... En algunos artículos como abrigos batas y gabardinas empezaba a ser también habitual verlos ya hechos, Severo Fernández “SeFer” en su taller de la Barrera, (después doctor Marañón), fue un precursor
Patio central de Almacenes Los Populares, Adolfo Otero e Izquierdo, los largos mostradores se hacían imprescindibles para poder mostrar el género.
Desde luego que existían ya los clubs, Liceo, Orensano, Artística,.... pero las tertulias más jugosas se tenían en las peluquerías: Deza (Antonio Deza), Linares (desde 1886), fueron las que cogieron el relevo de la mítica de Rey Custodio. En esos foros se comentaba sin duda la nevada que en aquellos años fácilmente visitaba la ciudad y blanqueaba toda la montaña orensana; la del 35 se recordó muchos años. En el 33 la noticia más socorrida fue la argucia de don José Ramón Puga de la empresa Mangana monto para publicitarse: no se le ocurrió otra cosa que precipitar un autobús por un terraplén en Carballiño y hacer correr la noticia de que había sido un accidente; la prensa desplazada al lugar “no tardó” en encontrar supuestos accidentados y difundir la noticia hasta que se descubrió el “pastel”.
El Coro de Ruada triunfaba en todo escenario que pisaban y no era difícil en aquellos 30`s que Lameiro, Díaz y Daniel González tuvieran que salir varias veces a saludar y agradecer al publico sus aplausos y vítores, la verdad es que tenían un serio competidor en el coro Os Enxebres, pero en aquel Ourense los dos tenían cabida.
Nacía en aquella década nuestra Caja de Ahorros, la misma que tantas alegrías dio en su día como disgustos en su final; eran tiempos en los que la banca crecía y daba empleo.... Banco Pastor, Coruña, Hispano, Hipotecario, de Crédito local, nombres que la mayoría ya ni recuerdan...
Tendré que regresar a esta década porque son demasiadas las cosas que quedan en el tintero: Luis Xesta recibía el homenaje de sus alumnos de artes y oficios (uno mas...) Farmacia Fábrega se convertía en distribuidor de Kodak, los autocares de Xesteira aun utilizaban el paseo como “Administración”, el Parque Gallego era el lugar de moda para bailes e exterior, porque en locales el principal que gestionaba el Dancing club y la Bilbaína eran lo más chic, empezaban a florecer los coches de punto, y las grandes celebraciones se organizaban con “cena americana”, ¿Qué seria eso....?.
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