Consejos y avisos

13/6/16

Los Maristas de Lestón

Curso 63-64 en las escaleras del "chalet" que estaba en medio del patio
   Esta rematando otro curso académico, y andan los infantes revolucionados. Bueno, algo de culpa también será del calor ¿no?.

   En esta ocasión no he tenido que esforzarme en buscar las fotos para despedir el curso, un nuevo amigo y lector se ha encargado de facilitarme unas cuantas imágenes de su vida estudiantil, que se adaptan perfectamente.  Ramón G. Leston, fue alumno de Maristas desde comienzos de los sesenta; fue una de las primeras promociones en utilizar el colegio de Bedoya, y también fue uno de los primeros en “sufrir o disfrutar”, (el nos lo dirá) del internado.
    Entre sus compañeros figuraban, apellidos de sobra conocidos,  Domínguez, Feijoo –Montenegro, Huete, Gesto, Perille, y muchos más que seguramente os resultaran familiares. Me cuenta también varios detalles desconocidos por mí: por un lado, que junto a los hijos de emigrantes que eran multitud en el internado, estaban varios huérfanos de médicos becados por el colegio; y que los fines de semana los internos podían escoger entre ir a ver un partido de fútbol al estadio, o asistir a cualquiera de los cines de la ciudad, siendo una actividad que ofertaba el colegio gratuitamente (por lo que me comenta Ramón, era muy bienvenida, porque de aquellas los bolsillos solo contenían “buratos”).

Equipo de "profesionales" de Maristas
   La verdad es que tampoco es que fuera muy necesario tener dinero en aquellos días, cama y comida estaban resueltos en el internado, y el ocio principalmente consistía en jugar en el patio, o hacer deporte.
"pequeños...decía el Hno. Nicolás...a jugar”.

El hermano Victor con Juan y Clocas, dos buenos baloncestistas regresan del Posio acompañando a los pequeños.  

   Otro de los recuerdos que me presta Leston, nos habla de las caminatas que se hacían entre el colegio y el jardín del Posío, de aquellas “pista deportiva” (de andar por casa, pero era lo que había, como le habían puesto una capa de cemento, era lo mejor para el baloncesto y el Hockey). En la foto aparece el mítico hermano Víctor que acompaña a uno de los equipos de básquet.  En aquellos tiempos esos paseos eran muy habituales ya no solo por cuestiones deportivas, sino que aun existía alguna actividad en el colegio de la Avda. de Pontevedra (el traslado se fue haciendo de manera escalonada) y con frecuencia había que desplazarse al colegio nuevo; por ello la calle de Santo Domingo era como otro “pasillo” del colegio.


   Los que "podáis", disfrutad del verano que os lo merecéis, y los que no, haced un pequeño esfuerzo en julio que merece la pena.

En Septiembre mas…………………



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