Antigua, céntrica, bella cualquiera de estos adjetivos puede
ser la causa de que esta plaza con su fuente sea probablemente la más
fotografiada de la ciudad.
Hoy no vamos a recordar el hecho de que la fuente procede de
san Esteban y no de Osera, ni que desde
la ventana de sus casas don Ramón y su amigo y compañero de juegos Vicente Risco
observaban el devenir de las gentes por la plaza, ni siquiera que además de
varias ferreterías, convivieron entre sus paredes varias agrupaciones políticas,
(cierto es que hubo un momento de nuestra historia que las siglas surgían como
flores en primavera, muy al estilo de hoy en día; Jaimistas), Albistas, Conservadores,
Agraristas, Republicanos , Mauristas, Socialistas, Bugallalistas; y unos cuantos más que si analizáis
os daréis cuenta que no eran más que facciones de grandes corrientes, que habían
personalizado en el líder todo el partido, bufff ya me estaba metiendo en política…………). Ni siquiera voy a hablar de los Temes y Cuevillas
vecinos de “pro” de la plaza.
Hoy se trata de reclamar de nuevo vuestra atención hacia los
años en que se quiso hacer un complicado juego de niveles en la plaza,
eliminando los escalones de la fuente, aunque para ello el resto de la plaza
tuviera un corte de más de sesenta centímetros por un lado y tres pequeños
escalones por otro. Una trampa para viandantes despistados…….
En las fotos de hoy creo que ya no queda ninguna duda sobre cómo
se habían diseñado las modificaciones, (a falta de documentación definitiva,
mis informantes me dicen que en ese estado se mantuvo aproximadamente unos
cuatro o cinco años.
Aprovechando que en la foto superior, aparece uno, ¿recordáis
los kioscos de prensa que de manera más que precaria se montaban en puntos estratégicos
de la ciudad? Yo recuerdo este al lado de la ferretería Blanco Vega; el de la
esquina de la Plaza Mayor, que después se paso a la acera de la Alameda, (y que
hoy por fin con un kiosco fijo esta en los jardines de obispo Cesáreo); en la
esquina de la lechera se montaba a diario otra mesa ofreciendo prensa,
cigarrillos y alguna chuchería; en el comienzo de Juan XXIII había otro y me
olvidare de unos cuantos.
Ahora que lo pienso, retomare el tema, y hablaremos de las
Marinas, los puestos de Carmelitas, el Campos y otros añorados negocios y
actividades. Cuantas novelas y tebeos leí
por el sistema de cambio……………………….
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