Más o menos todos los nacidos a partir del 82 solo saben,
que es el servicio militar, de oídas.
Y seguramente en función de quien fuera el que contaba las
batallitas, su idea sea de algo horrible, o algo incluso educativo; opiniones y
gustos hay de todo tipo.
Sería muy complejo, y no me siento capacitado para hacer un
estudio detallado sobre el tema, así que me limitare a dar mi opinión sobre el
tema.
La mili, nunca fue ni buena ni mala, en un tiempo muy
lejano, fue imprescindible; existía el riesgo de invasión enemiga y la defensa
era obligatoria, hablo del moro Muza, Pepe Botella, la armada Inglesa, ¿os
suena? Después de esos episodios, poco a
poco se fue convirtiendo en un muy útil colaborador en situaciones de
emergencia humanitaria; para las cuales el número de efectivos precisos, ya era
mucho menor; con lo cual llegamos a la situación actual, en la que las unidades
están profesionalizadas.
Entre una situación y la otra, fue el periodo de existencia
de la mili. Mas o menos un año, (18 meses en el caso de los voluntarios) en la
vida de todos los españoles varones, en los que te ibas de casa para
aprender el uso de armas, u otras
funciones útiles en caso de guerra. (Definición chapucera y de andar por casa
pero creo que entendible).
Fotografía cedida por Beiro Doval |
Al margen de las muchas quejas que existían, creo que a mucha
gente le resulto beneficioso; por varias razones; eso sí entendiéndolo en el contexto de esa etapa
de nuestra historia. El índice de
analfabetismo era muy alto, en el servicio militar se organizaban cursos para enseñar
a leer y escribir, además de nociones básicas de matemáticas a todos los “quintos”;
el acceso a la formación laboral era muy
limitado, en el servicio militar se creó lo que se llamaba PPO, (promoción profesional
obrera), que permitía aprender un oficio a los interesados, y de paso hacer las
practicas pertinentes (con alguna colleja de vez en cuando para “facilitar
la comprensión” de lo explicado); la exigencia de una férrea disciplina, ayudo
a modificar hábitos poco recomendables de algunos , mejoro la forma física de
otros y unos cuantos beneficios más.
Las parte negativa también existía, pero permitidme que no
profundice en ellas, solo citar a modo de ejemplo, el acercamiento excesivo a las bebidas alcohólicas y“la estimulación de la
habilidad del escaqueo “.
Fotografía cedida por Beiro Doval |
Otro día retomare el tema, que tiene mucha miga, como para
tocarlo tan por encima. Además habrá que contaros alguna batallita de
las de la Puta Mili, que son las más divertidas. Vere si consigo que Pagan, Calviño, Cao y
alguno más de los catedráticos en las materias me ayudan a ilustraros.
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