Consejos y avisos

6/5/14

La Casa de Socorro de la Cruz Roja

Uno de los encargados del servicio de la Casa de Socorro* delante de la entrada en Fonte do Rei.
*(Se trata del doctor Don Gonzalo Courel, dato facilitado por Xerardo Gómez via Facebook)
   Siete años con el blog, y nunca nos había visitado la gente de la Cruz Roja.  De hoy no pasa.

   Fue el amigo Javi Torres, quien hace ya tiempo, me facilito estas y otras fotografías procedentes del archivo de la Cruz Roja en Ourense. Y no fue hasta ahora que me vino a la cabeza el recuerdo preciso para hacer una entrada con ellas. Hubiera sido fácil hablar de las infinitas acciones en las que han intervenido de manera esforzada y altruista; catástrofes naturales, accidentes, tráficos, apoyo a eventos de todo tipo, culturales, deportivos etc., etc.; o de la relación que muchísimos ourensanos tenían con la organización; tengo muchos amigos que formaron parte de la banda de música de la cruz roja, corregidme si me equivoco pero creo que era algo así como "agrupación de cornetas y tambores de la cruz roja". Sin olvidar que en aquellos tiempos en los que se hacia “la Mili”, los voluntarios de la Cruz Roja podían realizar el servicio militar a través de ese voluntariado (creo recordar).

   Entre esas y otras muchísimas labores asistenciales y de interés social que desarrolla y desarrollaba la Cruz Roja, me vais a permitir que recuerde posiblemente la menos vistosa, y también probablemente la más incómoda para ellos, por la cantidad de horas de dedicación que requería. Me refiero al mantenimiento del los puestos de socorro; también conocidos como Casa de Socorro. (de aquellas, las actuales Urgencias eran una utopía

   La que yo conocí, estuvo durante muchísimo tiempo en los bajos de la trasera de la diputación provincial, justo enfrente de la fuente del Obispo.  Por aquel portalón que aun hoy existe y que daba acceso al patio donde ensayaban los voluntarios con sus cornetas y tambores, pasé yo en incontables ocasiones (a la casa de socorro realmente se entraba por una puerta que estaba al lado, pero en mi caso, seria por la confianza que genera lo cotidiano, me pasaban directamente a una salita a la que se accedía por ese patio); al principio acompañado de mi madre o tía o abuela, que todas se turnaban en cuidar al “Angelito”; para que el médico o auxiliar que atendía la Casa (dependía de la gravedad del caso), me echaran un vistazo; la rodilla chorreando sangre por la caída de la bicicleta, la extracción de cuerpos extraños por la rotura de un cristal, la inmovilización de un hombro por la caída del templete de música de la alameda, “pecata minuta” comparado con el susto que el médico de la casa de Socorro se llevo cuando lo llamaron para que se acercara a atenderme en mi casa y me separara de un grifo de la bañera que se había encariñado de mi cogote. (Otro día si estoy de humor os contare detalles, o mejor que os lo cuente mi hermana, que ella sabe como hizo).

Bueno resumiendo, no sé si el señor que sale en la fotografía superior llego a conocerme; pero en el personalizo mi total y absoluto agradecimiento  a la gente que se encargaba del puesto de la Cruz Roja.

Por el dato que me facilita Xerardo Gómez, desde luego que me conocía el señor de la fotografía, se trata del doctor Courel, amigo de la familia. yo no lo recuerdo supongo que debido al paso del tiempo.

Muchísimas gracias.

A veces pienso si mis padres cuando decidieron vivir enfrente de la diputación ya fue pensando en mí  con idea de tener cerca a los profesionales de la Cruz Roja, . Yo por si acaso disimulare.
  

Desfile de las tropas de Cruz Roja por el Paseo, (estaba en construcción la esquina donde hoy esta Cortefiel)

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