Al natural |
En estos días de relax bloguero, he recibido algún mail de “protesta”,
indicándome que muchos de vosotros preferís fotografías de arquitectura que de
personajes.
Aunque no lo comparto, lo entiendo; lo desaparecido y o
modificado suele llamar la atención.
El
caso es que por fortuna en los últimos meses han proliferado los autores que están
tocando esos temas; (casos de Hervella
y Lalo Pavón entre otros, a los que considero bastante más capacitados
que yo en estas lides), motivo por el cual he decidido aprovechar para dar al
menos durante una temporada, predominancia a los “personajes” sobre la “arquitectura”.
Los que habéis seguido visitando el blog durante estos
meses, habréis notado algunos cambios en el lateral derecho del blog, con la aparición
de unos iconos que os conducen directamente a listados de ourensanos o
personajes que han tenido influencia en nuestra ciudad, ya conocíais el “Alcaldologio”,
y el “Episcopologio”; pues ahora tenéis el “Escritorologio”, el “Deportologio”
(no busquéis estos palabros en el diccionario, porque no deberían estar, aunque
claro: como ahora está bien dicho cocreta y almóndiga….); y en esta temporada iréis encontrando
alguno más. Quiero recordaros que son listados abiertos, y que es precisa
vuestra colaboración para ir completándolos.
De todas formas y para intentar contentar a la mayoría, alguna
joya fotográfica de arquitectura iré colgando, pero con “tasa”.
Hoy gracias al amigo Lisardo Mazaira uno de nuestros "vixiantes do pasado", os muestro estas fotografías
que al hilo de lo que os acabo de contar, creo que contentaran a prácticamente todos
los lectores.
El personaje de la imagen es el propio Lisardo, , allá por los
cincuenta, (o antes??); como podéis ver, existen dos versiones de la fotografía,
la clásica en blanco y negro, y la tan de moda en los cincuenta (a pesar de su precio) coloreada
o iluminada; este proceso que aun hoy en día tiene sus incondicionales, exigía
un “mas o menos“ meticuloso trabajo de pincel fino, decorando con anilina la fotografía
original. (Como anécdota os contare que el artista que coloreo la fotografía fue
el propio Lisardo, y si os fijáis, intentó evitar el enfado de su madre,
retocando los zapatos, que en la de blanco y negro se ven en su estado natural
o sea como cualquier futbolista juvenil de aquellos años los tendría, y en la de color
como las madres querían ver los zapatos de su hijo un domingo).
Para los amantes de la arquitectura perdida, la fotografía trae
dos regalos; habréis reconocido la plaza del Obispo Cesáreo, y la vieja entrada
del Seminario (hoy de Caritas), eso no ha cambiado, sin embargo tenéis también:
por un lado la centralita de electricidad que se ve a la izquierda, y la entrada a
los baños públicos que se ve a la derecha. (el propio Lisardo es quien cree
recordar que esa era su utilización, pero hace ya unos añitos…)
Mas bonito que un San Luis |
No hay comentarios:
Publicar un comentario