Cuando cayó esta joya en mis manos, dude entre sí sería una elegante pareja de nuestra Auria, o si se trataría de la fuente de inspiración del artista Ramón Conde.
A nada que os fijéis, descubriréis que los minuteros de la Alameda Ourensana, derrochaban imaginación para atraer a la clientela; ya sabemos que los tiempos de posguerra fueron duros, y que la gordura era indicativa de riqueza (mas que de belleza), pero en este caso me parece que el artista que ha realizado el Trampantojo, o Paño de fondo (que aún dudo como llamarle a estos fondos que se usaban de aquellas; hoy serian fondos sin mas), se ha pasado un poco con los kilos, no?????.
No me quedo claro si el propietario quería que le citase, o si prefiere el anonimato para sus parientes, cuando me digan lo rectifico.
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