Fotografia propiedad de Marcial Feijoo. |
Y esta creo que puede ser una perfecta ocasión: desde hace tiempo,
unos amigos de Vigo han decidido ponerse manos a la obra, y recuperar la
historia de los Scooters en Galicia; después de años de trabajo, por fin se
encuentran en disposición de poder enseñar el material que han conseguido
rescatar del olvido en ocasiones, o convencer al feliz propietario que comparta
con todos las joyas de su colección. En esta ocasión, no se trata solamente de fotografía,
a pesar de que será el grueso del material recopilado, sino que también podremos
ver artículos referentes al mundo del Scooter en Galicia, Vespas, Lambretas, ….
Y demás maquinas “infernales”, junto a cascos con solera, “saicars” (side cars)
que portaban bellezones (cuando había suerte, y al amigo maleta cuando no la había),
objetos publicitarios, y en fin, cualquier recuerdo de este apasionante mundo
que es el de los scooter.
Para ello con la dirección del amigo Pablo Osorio; desde hoy
día 14 que se hará la presentación de la pagina web en Vigo, podréis visitarla www.cualquiertiempopasado.es Les deseamos mucha suerte, y ya saben que
cuentan con nuestra colaboración.
Aquí os dejo con la historia de una de las fotografías que aportamos
a esta iniciativa. Si quereis colaborar, bien directamente o por medio de www.Ourensenotempo.com , sera un placer.
Cuando hablas de la historia de Vespa en Ourense, a todos los aficionados, se nos viene a la cabeza la historia que culmino con la fotografía que podemos ver aquí.
En
los años cincuenta, el futbol causaba furor en la ciudad, no es que
consiguiéramos nada a nivel nacional, pero los triunfos aunque fueran en
segunda o tercera, se vivían con gran intensidad.
De
aquellas, el estadio del Couto, se
llenaba a reventar todos los domingos; uno de los ídolos locales, era el amigo
Marcial Feijoo, deportista polifacético y con una gran presencia en la vida
social de la ciudad, rara era la fiesta en la que el con gracia e imaginación
no participaba, daba igual que fuera una fiesta de disfraces, como la batalla
de flores allí estaba siempre Marcial, para divertirse y divertir.
El
otro personaje, era uno de los que yo llamo entrañables, se trataba de Toniño,
un hombre con el que la naturaleza
había sido injusta, pero él con su alegría y desparpajo sabia como sobrevivir
en nuestra dura sociedad.
Durante
aquel año, que unos sitúan en el 51, y otros en el 49, qué mas dará; era
habitual escuchar en el estadio el grito de ánimo de Toniño para su ídolo,
“Halaaaa, chuta Marcial, chulo, valiente…..”. Marcial en agradecimiento a su
admirador, le prometió que si ganaban la liga, le daría un paseo triunfal por
el estadio en su Vespa; y ese es el momento que recoge la instantánea.
¡Halaaaa chuta Marcial!
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