Consejos y avisos

19/9/12

Flores e criticas


El perro de Xaundaró

   A modo de celebración y bienvenida a una nueva familia de colaboradores, os muestro hoy esta fotografía de la batalla de flores de 1927.
   Necesitaría mucho espacio, para hablaros de la familia Padilla, y creo que agradeceréis que sea alguien más apropiado que yo, por conocimientos, quien lo haga; como se que insistiendo un poco al final se conseguirá; de momento me limitare a dar las gracias a Doña Milagros la esposa y a las hijas de mi maestro  Roberto Padilla. Y a la persona que sirvió de enlace inicial, y sorprendentemente realizo su función desde la distancia. Noemí E Novoa (residente en Argentina y familia directa de los Padilla). A todas gracias

Para ver la entrada que origino este encuentro,  Podeis verla haciendo Clic aquí    
   Pero como os digo ya hare otras entradas en las que procurare con colaboración recordar a Don Salvador Padilla de Vicente, y porque no al propio Roberto Padilla. Hoy hablaremos de esta fotografía que en su día fue motivo de discusión.

   La batalla de flores de 1926 conto con esta carroza, diseñada por un joven Alejandro Rodríguez Veiras, quien a su vez ejercía de aquellas como redactor del diario La Región; al que según parece no le tembló el pulso en colmar de alabanzas su obra y al mismo tiempo lamentarse de que solamente hubiera obtenido el tercer premio dotado con trescientas pesetas.

   Desde la lejanía del tiempo transcurrido, bien podría pensarse que el asunto no tenía la mayor importancia; pero leyendo los artículos de otros periódicos que las hijas de Don Salvador Padilla conservaron, (se vieron involucradas de forma indirecta, al formar parte del grupo de jovencitas que alegraban la carroza) se descubre que la cosa llego a tener una cierta trascendencia en los corrillos de la sociedad Ourensana, de hecho tuvo que llegar a intervenir don Valentín con una de sus Mostacillas, en la que toma partido contra don Alejandro y la Zarpa de Don Basilio aprovecho para alabar a sus amigos que se habían alzado con el primer premio.
   La cosa realmente no paso de ahí, ya que el señor Veiras se vio desagraviado por sus amigos y simpatizantes, con una comida celebrada en Gustey. Pero de todas formas resulta llamativo ver que nuestros mayores a pesar de las limitaciones de medios que padecían, conseguían hacerse oír quizás mejor que nosotros. No os parece?
   Para que podáis opinar vosotros, aquí os dejo una de las caricaturas de Xaundaró en las que aparece el Can.


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