El perro de Xaundaró
A modo de celebración y bienvenida a una nueva familia de
colaboradores, os muestro hoy esta fotografía de la batalla de flores de 1927.
Necesitaría mucho espacio, para hablaros de la familia
Padilla, y creo que agradeceréis que sea alguien más apropiado que yo, por
conocimientos, quien lo haga; como se que insistiendo un poco al final se conseguirá;
de momento me limitare a dar las gracias a Doña Milagros la esposa y a las
hijas de mi maestro Roberto Padilla. Y a
la persona que sirvió de enlace inicial, y sorprendentemente realizo su función
desde la distancia. Noemí E Novoa (residente en Argentina y familia directa de
los Padilla). A todas gracias
Pero como os digo ya hare otras entradas en las que procurare
con colaboración recordar a Don Salvador Padilla de Vicente, y porque no al
propio Roberto Padilla. Hoy hablaremos de esta fotografía que en su día fue
motivo de discusión.
La batalla de flores de 1926 conto con esta carroza,
diseñada por un joven Alejandro Rodríguez Veiras, quien a su vez ejercía de
aquellas como redactor del diario La Región; al que según parece no le tembló
el pulso en colmar de alabanzas su obra y al mismo tiempo lamentarse de que
solamente hubiera obtenido el tercer premio dotado con trescientas pesetas.
Desde la lejanía del tiempo transcurrido, bien podría pensarse
que el asunto no tenía la mayor importancia; pero leyendo los artículos de
otros periódicos que las hijas de Don Salvador Padilla conservaron, (se vieron
involucradas de forma indirecta, al formar parte del grupo de jovencitas que alegraban
la carroza) se descubre que la cosa llego a tener una cierta trascendencia en
los corrillos de la sociedad Ourensana, de hecho tuvo que llegar a intervenir
don Valentín con una de sus Mostacillas, en la que toma partido contra don
Alejandro y la Zarpa de Don Basilio aprovecho para alabar a sus amigos que se habían
alzado con el primer premio.
La cosa realmente no paso de ahí, ya que el señor Veiras se
vio desagraviado por sus amigos y simpatizantes, con una comida celebrada en
Gustey. Pero de todas formas resulta llamativo ver que nuestros mayores a pesar
de las limitaciones de medios que padecían, conseguían hacerse oír quizás mejor
que nosotros. No os parece?
Para que podáis opinar vosotros, aquí os dejo una de las
caricaturas de Xaundaró en las que aparece el Can.
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