Portela por F.
Guisasola, copiado del original. Menestra de Tipos populares de Galicia 1881
Hubo en tiempos unos
oficios que resultaban muy útiles cuando no imprescindibles, hoy sin embargo
hasta se hace difícil entender cómo podía ser rentable tal actividad. Y no voy
a decir que se hacían ricos esos “empresarios”, pero en mas de un caso al
menos, se financiaban sus gastos, cierto es que la mayoría procuraban no formar
familia, pero como de aquellas no había pagas, era una manera de vivir. Aguadores, traperos, serenos, eran algunas
de esas profesiones, pero hubo una de la que en Ourense tuvimos auténticos
“profesionales” que han dejado huella.
En alguna ocasión
he visto que se les llamaba “pregoneros” pero no lo eran, como tampoco eran
voceros, ni desde luego Gorriones, estos eran los encargados de anunciar y
vender la prensa en la calle.
Cargados con una tabla que
colgaba de su cuello por unas cuerdas o un cesto de mimbre bajo el brazo,
paseaban la ciudad de arriba abajo ofreciendo su mercancía, la cual intentaban
no supusiera competencia entre ellos, así es que unos llevaban dulces, (¿os tenéis
encontrado con un vendedor de Parisienne?, pues son supervivientes de ese
mundillo) otros, jabones, y otros, cuartillas de papel entre su oferta.
Por desgracia el tiempo termina ocultando la
mayoría de datos, pero hoy vamos a intentar revivirlos aprovechando datos
encontrados en mis lecturas veraniegas, principalmente de mi admirado Pepe
Adrio. Dos son los más recordados, el Portela, y el Zumballo, pasaron a la
historia local principalmente por su voz, y eso que no eran cantantes… (fijaros
en que todos son “el”, pero eso es una de las marcas del idioma ourensano, el Manolo, el Pepe...)
Al bueno de Portela, le hizo Arturo Vázquez Núñez una
descripción rimada, de la que me quedo con los primeros ripios, porque si me fio
de la descripción de su cara, va a ser que metía miedo. Aunque también es
sabido que la belleza que tenemos algunos, no es siempre apreciada….. Alegre
y socarrón en ocasiones, Irónico mil veces, nunca huraño. También me quedo con el dato de que: Sus disformes orejas al sombrero le sirven
de puntales. Con el que
conocemos que Portela gastaba Chapeau, Una especie de chistera muy de moda en
aquellos años, el gran Paco Roque de Celanova, llevaba una muy parecida… Y por último
nos dice Don Arturo que no era raro verlo dormir al calor de la Burga, y desayunándose
de buena mañana en los “hoteles” de la calle de la Gloria. (Hoy Arcedianos,
pena haber perdido tan bello nombre, ¿cuántos querríamos vivir allí?. En la
Gloria…).
El gran
Portela, según algunos entendidos, es el personaje que inspiro a Lamas Carvajal
cuando puso nombre a su periódico El Tío Marcos da Portela. Aunque no es fácil
ajustar fechas, creo que encajaría perfectamente con los gustos de nuestro
vate.
Zumballo, es según mi información el más conocido, pero no sé muy bien por qué?, ya que hay quien afirma que era un personaje, mal encarado, mal hablado e incluso peligroso en ocasiones. De hecho muchos lo califican mas de voceador que de pregonero. En sus idas y venidas por la ciudad ofrecía jabones de olor, calcetines, peines…, no tenía artículos fijos, lo que si lo diferenciaba de sus competidores es que estaba especializado en objetos perdidos, con su vozarrón iba avisando de que se había encontrado un sombrero en el espolón, o de que doña Blasinda había perdido una cadenita de oro saliendo del liceo y gratificara espléndidamente a quien se la entregue, “Es recuerdo de familia…”. Otra de sus especialidades eran mariscos y pescados. “Bajó la pescada, a catorce cadelas, la vende A Micaela”, era esta su pescadería de confianza, situada en los bajos de la cárcel de la corona, donde hoy tiene sus oficinas el grupo municipal Socialista, (delante situaba la Canóniga las mesas donde vendía aquellas piezas de hasta dos kilos….).
Para que os hagáis una
idea de su perfil, este era el comentario de Don Ramón hacía de su persona “era
langranote, boca podre e cara de pirata”. Tampoco es que don Ramón fuera fiable en este tema, aunque no sé el
motivo, no le gustaban este tipo de personajes.
Quedan en el tintero unos
cuantos mas “trabajadores” de este sector, El Lamparilla, Venturiña… pero creo
que en breve podréis conocer a la mayoría de estos entrañables, en trabajos de
los amigos Miguel A. Coello y Juan Hervella, estaremos atentos.
Gracias a Beatriz Salgado
por sus dibujos.
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