Consejos y avisos

19/9/25

Pregones Ilustres.

Portela por F. Guisasola, copiado del original. Menestra de Tipos populares de Galicia 1881

 Pregones ilustres

Hubo en tiempos unos oficios que resultaban muy útiles cuando no imprescindibles, hoy sin embargo hasta se hace difícil entender cómo podía ser rentable tal actividad. Y no voy a decir que se hacían ricos esos “empresarios”, pero en mas de un caso al menos, se financiaban sus gastos, cierto es que la mayoría procuraban no formar familia, pero como de aquellas no había pagas, era una manera de vivir.   Aguadores, traperos, serenos, eran algunas de esas profesiones, pero hubo una de la que en Ourense tuvimos auténticos “profesionales” que han dejado huella.

             En alguna ocasión he visto que se les llamaba “pregoneros” pero no lo eran, como tampoco eran voceros, ni desde luego Gorriones, estos eran los encargados de anunciar y vender la prensa en la calle.

Cargados con una tabla que colgaba de su cuello por unas cuerdas o un cesto de mimbre bajo el brazo, paseaban la ciudad de arriba abajo ofreciendo su mercancía, la cual intentaban no supusiera competencia entre ellos, así es que unos llevaban dulces, (¿os tenéis encontrado con un vendedor de Parisienne?, pues son supervivientes de ese mundillo) otros, jabones, y otros, cuartillas de papel entre su oferta.

 Por desgracia el tiempo termina ocultando la mayoría de datos, pero hoy vamos a intentar revivirlos aprovechando datos encontrados en mis lecturas veraniegas, principalmente de mi admirado Pepe Adrio. Dos son los más recordados, el Portela, y el Zumballo, pasaron a la historia local principalmente por su voz, y eso que no eran cantantes… (fijaros en que todos son “el”, pero eso es una de las marcas del idioma ourensano, el Manolo, el Pepe...)

    Portela era sin duda el más querido según palabras de Pepe Adrio y si bien no apunta el motivo, más bien lo describe como poco agraciado, “de menguada estatura, derrengado, asimétrica la mandíbula izquierda; debo pensar que no debiera andar escaso de labia, y muy sobrado de simpatía. En el dibujo que os muestro, Hecho del natural por Federico Guisasola, excepcional dibujante, queda en evidencia su “extraña belleza”. Cierto es que el gremio de Menegildas (como se conocía a las chicas de servir) y modistillas lo trataban con gran cariño, el a cambio procuraba llevar en su “escaparate”, bellos lazos, horquillas o algún encaje que junto dedales y alfileres siempre hacían un apaño a una bella joven, ahhh y siempre que podía, un ramillete de violetas que solía dar de gratis, ¡quizás, su éxito….!. Pero no solo del amor se vive, por lo cual Portela también quería complacer a resto de clientela, y por eso era distribuidor del famoso Zaragozano, aquel folleto imprescindible para los que vivían del campo, con él, podían anticiparse a lluvias y calores y aproximar momentos importantes de su trabajo.  Aunque los mejores tiempos en lo económico venían de la época de la cosecha, la llegada del vino nuevo, o la simple apertura de una cuba era noticia que los parroquianos agradecían. En este tema cada pregón tenía sus promotores que generalmente en especies agradecían su labor, Hoxe inaugura pipo, Genarita la Roja.

Al bueno de Portela, le hizo Arturo Vázquez Núñez una descripción rimada, de la que me quedo con los primeros ripios, porque si me fio de la descripción de su cara, va a ser que metía miedo. Aunque también es sabido que la belleza que tenemos algunos, no es siempre apreciada….. Alegre y socarrón en ocasiones, Irónico mil veces, nunca huraño. También me quedo con el dato de que: Sus disformes orejas al sombrero le sirven de puntales. Con el que conocemos que Portela gastaba Chapeau, Una especie de chistera muy de moda en aquellos años, el gran Paco Roque de Celanova, llevaba una muy parecida… Y por último nos dice Don Arturo que no era raro verlo dormir al calor de la Burga, y desayunándose de buena mañana en los “hoteles” de la calle de la Gloria. (Hoy Arcedianos, pena haber perdido tan bello nombre, ¿cuántos querríamos vivir allí?. En la Gloria…).

El gran Portela, según algunos entendidos, es el personaje que inspiro a Lamas Carvajal cuando puso nombre a su periódico El Tío Marcos da Portela. Aunque no es fácil ajustar fechas, creo que encajaría perfectamente con los gustos de nuestro vate. 

                        


Zumballo
es según mi información el más conocido, pero no sé muy bien por qué?, ya que hay quien afirma que era un personaje, mal encarado, mal hablado e incluso peligroso en ocasiones. De hecho muchos lo califican mas de voceador que de pregonero. En sus idas y venidas por la ciudad ofrecía jabones de olor, calcetines, peines…, no tenía artículos fijos, lo que si lo diferenciaba de sus competidores es que estaba especializado en objetos perdidos, con su vozarrón iba avisando de que se había encontrado un  sombrero en el espolón, o de que doña Blasinda había perdido una cadenita de oro saliendo del liceo y gratificara espléndidamente a quien se la entregue, “Es recuerdo de familia…”.  Otra de sus especialidades eran mariscos y pescados.  “Bajó la pescada, a catorce cadelas, la vende A Micaela”, era esta su pescadería de confianza, situada en los bajos de la cárcel de la corona, donde hoy tiene sus oficinas el grupo municipal Socialista, (delante situaba la Canóniga las mesas donde vendía aquellas piezas de hasta dos kilos….).

Para que os hagáis una idea de su perfil, este era el comentario de Don Ramón hacía de su persona “era langranote, boca podre e cara de pirata”. Tampoco es que don Ramón fuera fiable en este tema, aunque no sé el motivo, no le gustaban este tipo de personajes.

Quedan en el tintero unos cuantos mas “trabajadores” de este sector, El Lamparilla, Venturiña… pero creo que en breve podréis conocer a la mayoría de estos entrañables, en trabajos de los amigos Miguel A. Coello y Juan Hervella, estaremos atentos.

Gracias a Beatriz Salgado por sus dibujos.

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