Dicen que, los testigos se van marchando y el tiempo lo borra todo.
Es lo que se me ocurre, al darme cuenta de que son muy pocas las generaciones que aún recordamos la imagen protectora de doña “Concha” en los jardinillos de la Alameda.
Fue en el 69 cuando una decisión, como poco discutible, del alcalde que regia en aquellos momentos la ciudad dio lugar al traslado de la estatua de doña Concepción hasta la plaza que hoy lleva su nombre frente al edificio de los juzgados.
Tendríamos que remontarnos a la última década del siglo XIX para comenzar la historia. Es en ese momento cuando Don Alberto García Ferreiro y Vicente Nomdedeu Pardo, (abogados y periodistas; don Alberto ya es de sobras conocido en OurensenoTempo), cursan consulta a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a fín de obtener la autorización pertinente para erigir una estatua en honor de la también insigne abogada. En 1893 solicitan los permisos municipales, encaminados a ubicar la figura en los céntricos jardinillos del Obispo Cesáreo, permiso que obtienen, con lo cual se encarga al artista escultor segoviano Aniceto Marinas García su diseño y fabricación (de la fundición en bronce, se encargo la Fundición Artistica Masriera y Campins de Barcelona). Marinas conto con la colaboración del pintor de Maceda don Ramón Parada Justel para diseñar el pedestal necesario para mostrar la obra.
Aniceto Marinas García |
En 1898 con el trabajo terminado, se procedió a la inauguración; la que suponemos festejada, pero no he conseguido datos que hablen sobre ella. (existe una fotografía que otro día os mostrare, en la que aparecen Parada Justel y Vázquez Gulias, quien también colaboro en el montaje, ante la estatua justo antes de terminar los trabajos de instalación).
La entrada de hoy, no trata realmente de la estatua; sino del Pedestal que desafortunadamente con el traslado desapareció, y solo podemos recordar por las escasas fotografías que lo muestran. Aquí os dejo dos de la colección de Augusto Guedes.
La decorativa verja metálica que rodeaba la escultura, por suerte, se ha salvado de la desaparición, y podemos verla en los jardinillos de la Barrera; los "mojones" sin embargo no esta tan claro que sean los mismos que allí están; ya que otros de similar factura están en otros sitios de la ciudad, (algunos de propiedad particular, ya os contare si averiguo algo....)
Para ampliar datos, os recomiendo la lectura del trabajo que la historiadora doña Mercedes Gallego Esperanza publico en 1993: "Evocaciones en piedra y bronce. Escultura pública en Ourense"
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