Os presente a esta señora y su puesto de venta de estampitas, escapularios, rosarios y demás objetos religiosos hace ya tiempo de la mano de mi amiga Mari Luz González, la esposa de Silvio Pérez, ese caballero que pretendía ser un gran futbolista y al final “solo” consiguió ser un gran caballero que disfrutaba jugando al futbol…
Hoy querría aprovechar esta fotografía para
hablaros de: La Fauna de los mercados…
Se
me ocurre que habría que pensar en diferentes claves: 1º. La señora que
acompañada del personal de servicio de su casa, se limitaba a lucirse y ver que
había en los puestos (de lejos) para como mucho, indicar que le apetecía esto o
aquello y que un criado se encargara de discutir con el vendedor, adquirirlo y
llevarlo a casa. 2ª Otra opción es la de
la señora que sin tener servicio, tenía que encargarse ella misma de la
elección negociación y transporte. 3ª
opción en cuanto a compradores, era la de los criados o mandaderos que acudían
ya directamente con el encargo de adquirir tal o cual producto. a ellos se
podían sumar a muchos chiquillos que por necesidad deambulaban por los mercados
ofreciéndose a quien tuviera necesidad de algún recado; entre esos se mezclaban
la mayoría de golfillos de la ciudad siempre atentos a "cazar" algún artículo.
Habría más seguro, pero…
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