No son pocas las organizaciones que trabajan por mejorar nuestra vida, pero sin duda la Cruz Roja es la que presenta el curriculum mas espectacular.
Hoy gracias al amigo Juan López Rodriguez, vamos a recordar aquel tiempo en que comenzaron a surgir en las carreteras del país, los conocidos como puestos de la cruz roja que tantas vidas salvaron.
Se nutrían de voluntarios y jóvenes que por su dedicación lo que podían conseguir era realizar un servicio militar algo mas cómodo por la cercanía a sus casas, pero en muchas ocasiones tuvieron que enfrentarse a escenas que probablemente no hayan olvidado. Lo que si quedo en sus recuerdos es la satisfacción por haber al menos intentado ayudar a sus semejantes.
Las fotografías se corresponden con la inauguración del puesto oficial en el año 77, ya que como recogen los cronistas los primeros pasos se dieron en un primer piso de una casa de vecindad. Era evidente que eso no era operativo, pero fue el primer paso.
Pero si queréis conocer realmente la historia del puesto de Villamartín, aquí os dejo un trabajo del año 2018 firmado por la periodista Sonia Rodriguez.
Si visitáis el enlace veréis las fotografías que ella aportó, y complementan perfectamente las que me presta el amigo Juan López.
Hoy ni el edificio ni la propiedad de las instalaciones se parecen en nada, pero esa es otra historia.
Clic para ver articulo Sonia Rodriguez
Fue un 9 de julio, del siglo pasado, en el año 1976, cuando en Vilamartín de Valdeorras nacía una delegación de la presidencia de Ourense y un Destacamento de la 33 Brigada de Tropas de Socorro de Cruz Roja en el que desarrollaban su labor sanitarios de la Unidad de Voluntarios, tal y como relata Aurelio Blanco Trincado y Agustín Fernández, quien fuera alférez del mismo.
El futuro cupo de soldados para hacer allí el servicio militar, sería asignado posteriormente por el Estado Mayor Central del Ejército a propuesta de la Inspección General de Tropas y Parques de Cruz Roja Española. “En ese momento el alcalde de Vilamartín era Manuel Candal, quien fue nombrado Jefe del Destacamento con el grado de oficial 1º, es decir, capitán; y presidente de la delegación que, más tarde, pasaría a ser asamblea, Eulogio Gavela Vega”, destaca Trincado. En un principio, el puesto se instaló en el piso primero de una casa de Vilamartín, en la calle Miguel de Cervantes, que era la carretera N-120 a su paso por la localidad.
el Coronel Alfonso Sanchez, con los mandos locales de VilamartinFue un año después cuando el puesto de primeros auxilios se instala en la casa del paso a nivel situado en la carretera N-120, P.K. 303/800, tal y como señala Fernández. Un inmueble que constaba de bajo y alto, cedido por la séptima zona de Renfe al concello de Vilamartín y posteriormente éste a Cruz Roja. Esta cesión fue celebrada con un acto al que asistieron autoridades nacionales y provinciales civiles, militares miembros de Cruz Roja además del nuncio de Su Santidad. Durante el acto se celebró un desfile con oficiales, suboficiales y tropas llegadas de Ourense, con entrega de diplomas a las personas que se habían destacado en el logro del puesto.
“El Destacamento de Tropas de Socorro estaba integrado por un capitán (Manuel Candal), un teniente (Gonzalo Vázquez), un alférez (Agustín Fernández), un brigada (Antonio Mateo) y un sargento (Julián López), completándose la unidad militar con cuatro cabos y diez sanitarios. La unidad de voluntarios la formaban cuarenta y tres sanitarios, alcanzando en 1980, un número de 67 sanitarios”, asegura Blanco Trincado.
Uno de los puntos de inflexión en la historia de este destacamento fue el, 19 de abril de 1977, cuando tuvo lugar el accidente del autobús escolar que costó la vida a 12 niños y niñas, Este hecho provocó el incremento del número de voluntarios, consolidándose definitivamente la asamblea local y el puesto de primeros auxilios.
Cuando ocurrió el siniestro ya existían en realidad, pero sin medios para atender casos de gran calibre, como éste, teniendo que ser auxiliados por ambulancias y personal llegado de Portugal, Ourense y A Gudiña. El puesto de socorro de esta última localidad había sido inaugurado el 22 de agosto del 76, en principio mejor dotado. En julio del mismo año, tramitaba el alcalde de Vilamartín ante la Asamblea Suprema de Cruz Roja, la adquisición de una ambulancia, que costearía el ayuntamiento, pero tardó en conseguirse por la dificultad de suministro de este tipo de vehículos.
Son cientos las anécdotas que tanto Blanco Trincado como Fernández recuerdan de su paso por esta sede de Cruz Roja que después se integró en la valdeorresa que a día de hoy sigue funcionando. Especial mención merecen todos los voluntarios que dieron su tiempo libre para ayudar a otras personas.
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