Reciclar el agua de la Burga
Negocios que rondan la cabeza pero.....
Nadie duda que las aguas de la Burga fueron una de las más influyentes causas del nacimiento de nuestra ciudad, el caudal y temperatura de este bien tan preciado, es probable que incluso antes de la llegada de los romanos, ya hubiera generado concentraciones de población; pero dejemos esos temas a los expertos, yo como siempre me centrare en temas menos profesionales.
Lo tengo hablado con muchos de vosotros, y está claro que no se oculta que el agua de la Burga es aprovechada, o fue, en la piscina Pedro Escudero del Pabellón, y si nadie me corrige en el colegio de las Josefinas y los edificios que están enfrente al colegio en Progreso. Pero ha habido otros intentos de uso, que han quedado en el olvido, alguno era un poco descabellado....
Pocos recuerdan, las casas de baños que hubo en la ciudad, dos al menos en la zona de las Burgas, Los Baños de Outeiro, (edificio que aún se conserva detrás del la antigua cárcel de Progreso), y la casa de baños La Moderna desmontada hace años donde se pretendía construir un hotel balneario. En ellas seguramente el agua caliente provenía de nuestras Burgas. También cuando los Pérez Bobo plantearon construir su fábrica de curtidos donde hoy está el colegio de las Josefinas, sin duda pretendían aprovechar esas caldeadas aguas, y los lavaderos públicos de la plaza habrán sido otra de las opciones....
Otra creo que leyenda urbana, es la que hablaba de conducir el agua termal por tuberías poco profundas hasta una fuente o piscina en el parque de San Lázaro, caldeando la calle del Paseo en los fríos inviernos; falta concretar que se pensaba hacer en los tórridos veranos. La que si no es leyenda urbana porque está documentada es la que a continuación os relato: ocurrió en el año de 1922.
En diciembre de 1922 el ingeniero y empresario alemán, Otto Krebs llega a la ciudad para presentar personalmente el proyecto de aprovechamiento del agua de la Burga en edificios de la ciudad, para lo cual solicita la concesión temporal de dicho aprovechamiento. Era este el final de una demanda que nuestros dignatarios con el alcalde Sr. Junquera al frente meses atrás habían planteado.
En mayo del 22 varios diarios nacionales hablaban de la necesidad de rentabilizar como se hacía en otros países, la riqueza que en Galicia teníamos de aguas minerales... el principal argumento era aprovechar las cualidades minero medicinales de esas aguas para enviarlas al ejercito que teníamos en África, donde las enfermedades y la falta de agua suponían un grave problema. También se recordaba que una botella de agua minero medicinal tenía un precio superior a otra llena de buen vino, lo que hacía difícil su comercialización, y más difícil aun de entender que se dejara perder ese tesoro.
En octubre de ese año visito la ciudad el doctor Ortiz Cano (cirujano de la Casa de Salud del Centro Gallego en la Habana), y en la visita que realizo a las Burgas, se lamentaba de que esa agua se perdiera sin ser aprovechada. Y al mes siguiente salta la noticia en todos los diarios de Galicia. “El agua de las Burgas se aprovechara en beneficio de los Orensanos”. Habían sido las gestiones encargadas al primer teniente de alcalde Sr. Rodríguez Conde, las que consiguieron interesar a una gran empresa, el aprovechamiento del agua de la Burga. El primer informe se presento en noviembre (actas municipales 14 noviembre 1922). Existió una segunda empresa pero no he conseguido identificarla, parece ser que desistió antes de enviar proyecto.
La idea parecía no tener traba alguna. El ayuntamiento cedía la explotación por un número de años a determinar, y la empresa en un breve plazo de tiempo organizaría el servicio a domicilio de gran parte de la población. Al terminar la concesión las instalaciones revertirían al concello.
De manera lógica y buscando no dañar nuestra fuentes, se establecía que todas las servidumbres se mantendrían, o lo que es lo mismo se mantendría la fuente que existía y otras dos con grifos de seguridad donde los técnicos dictaminaran y seguiría dándose el servicio a lavaderos públicos. Al mismo tiempo el ayuntamiento seria quien determinara el precio del metro cubico a domicilio, y el canon a abonar por la empresa.
Se esperaba que toda la tramitación fuera muy rápida, dado que lo que se haría sería aprovechar unas aguas que se perdían diariamente en el Miño, sin ningún beneficio. Con lo cual no se esperaban trabas.
Hasta aquí el proyecto. El siguiente dato encontrado da cuenta de que la empresa de Otto Krebs aceptaba las condiciones impuestas por el ayuntamiento y las autoridades sanitarias, pero, no he conseguido más información a partir de esa...
Sin duda el proyecto no salió adelante, probablemente por la complejidad de crear esas infraestructuras; quizás de esa época date la instalación que citaba al comienzo del colegio San José y edificios cercanos.
Habrá que seguir profundizando, revisando las actas municipales de esa época, y porque no buscando medios de aprovechar esa agua...
(por cierto tal vez digitalizar esas actas, al igual que las de la diputación, pudiera ser una opción interesante para los investigadores) .
Las Burgas con la caseta de arbitrios... |