En las últimas entradas de filmografía, no quedaba mas remedio que quejarse amargamente por el lamentable estado en el que se encuentra nuestro patrimonio.
Hoy sin embargo os propongo dar un paseo por una de nuestras joyas recuperadas, el Monasterio de San Clodio. Situado entre Ribadavia y Carballiño, cumple de manera perfecta con el cometido para el que se ha planificado la restauración; su uso hotelero.
Las dos villas se encuentran a tiro de piedra, y el entorno, conocido reino del vino y buen comer permite pasar unos días de gratificantes paseos y excelentes agasajos gastronómicos.
Probablemente la opción de colaboración entre la empresa privada y las instituciones publicas sea una de las maneras de conseguir que este envidiable patrimonio que tenemos los Ourensanos no se pierda sin remedio.
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