Hace más de seis años que por primera vez nos visito
en www.Ourensenotempo.com este Ourensano: Manuel Suarez Castro; poca es la información nueva que he conseguido sobre él,
realmente de aquellas, los datos eran bastante completos, al margen de que hoy
en día en la red se pueden encontrar muy buenos trabajos sobre su persona. (Os
recomiendo de nuevo el trabajo de Francisco Javier Quintas Ferreño para la
revista “Claridade” de la fundación Luis Tilve.
Revisando esa antigua entrada, me doy cuenta de que he tenido
un error imperdonable de fechas, que muy
a mi pesar en aquel momento disimulaban
lo que me parece el hecho más cruel en el juicio y sentencia de Manuel
Suarez Castro. Como os digo en aquel
momento escribí que había sido detenido a los pocos días del alzamiento, y no
sé de donde saque ese dato a todas luces erróneo. Ya que en el momento del
alzamiento y gracias a unos amigos consiguió evitar su detención; cerca de
siete meses se mantuvo oculto, para finalmente ser detenido y juzgado. El
juicio de 24 de marzo del 37 condujo a su ejecución el día 27 de julio de ese
mismo año. Digo que eso es lo que me parece más cruel, porque a pesar de que la
sentencia no tenga de ninguna manera justificación, el hecho de haber
trascurrido casi un año desde el estallido de la guerra, y su fallecimiento
demuestran un cierto ensañamiento en el injustificable castigo.
Aquí os dejo la entrada antigua con las necesarias
correcciones
Hijo de una familia
humilde, es un claro ejemplo del hombre hecho a sí mismo, cantero de profesión,
y maestro de obras, sus compañeros considerándolo una persona íntegra y responsable,
al tiempo que paciente y dialogante, consiguieron que fuera su representante
sindical; ahí comenzó su labor política, llego a ser uno de los máximos
dirigentes de la U.G.T. en la provincia de Ourense, y militante destacado del
P.S.O.E. Ourensano.
Fue elegido alcalde de la ciudad en el 36, pero con anterioridad ya había ocupado cargos de responsabilidad en el ayuntamiento; de su gestión podemos destacar la consecución de importantes avances en el hospital Provincial (Las Lagunas, actual colegio universitario),tanto en lo que se refiere a las instalaciones, como a la calidad asistencial, (entre otros logros, amplió la gratuidad del servicio), también a su gestión le debemos la construcción de la casa del Pueblo y la actual Plaza de Abastos, de la que fue uno de sus mayores impulsores, y fue así mismo uno de los fundadores de la Caja de Ahorros Provincial de Ourense.
En el primer momento del alzamiento militar del 36 consigue huir y refugiarse en casa de unos amigos, aunque siete meses después es descubierto y detenido, sometido a un consejo de guerra, en el que junto a Manuel García Barros, Eduardo Pazos, Higinio López, y Antonio Taboada, (en el mismo juicio comparecieron también Don Anselmo López García, y Don Marcelino Otaduy condenados la cadena perpetua, y la doce años de prisión respectivamente), fue condenado a muerte, por el delito de rebelión militar con las circunstancias modificativas de perversidad y trascendencia, (por lo menos curiosa acusación para quien era la autoridad local en aquellos momentos); siendo fusilado en la madrugada del 27 de Julio del 37 en el Campo de Aragón, del acuartelamiento de San Francisco.
Plano de la fachada de la Casa del Pueblo obra de Vazquez Gulias |
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