Ourense en tres partes "Alameda" (Pacheco 196...)

La alameda

   Llegamos a la tercera imagen, y nos encontramos con mi zona de juegos de la infancia: Las alamedas, (que el Obispo Cesáreo me perdone, pero para mí siempre fue “la de arriba”….), futbol, bicicletas, chapas, canicas, carreras, fiestas, circo, trifulcas, de todo viví en estos espacios, y conmigo muchos ourensanos.

   Y ya que hablamos de la Alameda; la barronca que tanta diversión y disgustos* proporciono a generaciones anteriores a la mía, había cambiado su fisonomía al verse cruzada por la calle Tras Alameda; Parada Jústel (que había residido en un pequeño chalet en la zona), no hacía mucho que había recibido el homenaje de la ciudad dándole su nombre a una calle. Correos ya lucia aires de modernidad (su construcción casi en el solar que ocupaba el Hospital de san Roque y su pequeño cementerio, dieron una alegría muy necesaria a la zona). Muy cerquita, el rianxo de la plaza de abastos empezaba a reclamar los humildes mesados que permitieran mostrar la mercancía lejos del suelo.

   El viejo lavadero municipal, paso a los bajos de la plaza de abastos, dejando espacio para un pequeño jardín con su propia fuente estanque, que convertía la zona de las Burgas en una “gran” zona verde, (poco duro..). Se ve en la foto, que los trabajos en la zona de doctor Marañón, ya tocaban a su fin, e incluso que algún edificio nació al mismo tiempo que la vía (aunque sin terminar se ve el edificio que albergo una de las mejores lavanderías de mi época, y en el que vivía una muy buena amiga de juventud), perdimos el edificio del colegio Cisneros en la calle de la Barrera, pero ganamos una calle entera.

   San Francisco era una autentica revolución, allí nacían calles y edificios como si fueran margaritas en primavera; cuentan que el Coiñal del Miño se traslado desde debajo del puente Nuevo, hasta las calles del nuevo barrio.

   Carmelitas aun no tenia su nuevo edificio, y la iglesia de san Francisco ya había emigrado hacia el Parque; Dorzan levantaba su nueva casa en Lamas Carvajal; y como os comentaba ayer, la primera torre de la ciudad estaba a punto de terminarse, poco después aparecieron otras tres, y un poquito más tarde la “Torre”.

    Ampliar la foto lo que se puede y revisarla vosotros mismos, que seguro que cada uno, llevara la vista hacia zonas diferentes  que despierten sus recuerdos. Disfrutadla.

*Encima de un simple cartón, y con mucho valor e inconsciencia, se tiraban los chavales barronca abajo, algún brazo y pierna rota, más de un descalabro de cabeza e infinidad de pantalones rotos, fueron el tributo cobrado por la barronca a cambio de esos segundos de descarga de adrenalina. Un saludo al amigo Lisardo Mazaira.