Contaba don Jose Adrio, o que podería ser a creación do primeiro museo arqueolóxico de Ourense.
"Veamos: Vivía en la entonces Rúa de los Zapateros (hoy calle de la Paz) una doncella huérfana de padres, recastada de andaluz y galiciana.
Llamábanle D.ª Inés González de la Fondela, la que, al cuidado de antigua sirvienta, especie de dueña dolorida, atendía a sus menesteres con la abundosa renta de unos olivares de la provincia de Jaén.
Virtuosa por condición y educada dentro de la moral más rígida, poseía la muchacha extraordinaria agudeza; y si bien rebasaba los cinco lustros, hubiérase catalogado como real moza de no atenuarlo sus andares ligeramente patizambos, herencia de su ilustre progenitor.
Nuestra Inés, con sus ribetes de instruída, era coleccionadora de bargueños, almireces, palmatorias y coturnos, preciosidades que guardaba en el desván de su casa, en compañía de un chinela de Cleopatra, un alzacuello de Prisciliano y un gorro de dormir, en buen uso, que había pertenecido a su sobrino Viriato. ¡ Quién creyera que con todos esos objetos y algunos más, hallados en las tenebrosidades de una bodega de la casa número 7 de la calle de Eirociña, había de formarse el primer Museo Arqueológico Orensano el año 1837! ¡Misterios insondables¡......."
Que sorte tiveron os creadores da comisión provincial de monumentos de atopar todo este material xa á súa disposición, soamente coa peza de Viriato xa se tería escusa para unha exposición.