Consejos y avisos

11/6/18

Monolito dedicado a Curros Enriquez, colaboración de Alexander de los Rios

Inauguración monolito en honor a Curros Enriquez fotografía José Pacheco 1913 para vida Gallega
Hace tiempo que entre mis blogs favoritos esta uno que con el nombre de Via Lethes me permite acercarme a historias y cuentos de nuestra Limia y su entorno. Lo gestiona un autentico historiador, Alexander de los Rios Conde con el que por fin he contactado en estos días.
Con la intención de que los que no le conocéis podáis saber de su trabajo hoy me ha permitido incluir en OurensenoTempo uno de sus excelentes artículos.

El primer monumento dedicado a Curros Enríquez en Ourense y su misteriosa desaparición (1913-1935)

   Exvoto que los admiradores de Curros dedican a las ondinas del Miño, para que velen por su inmortalidad
   En la margen izquierda del río Miño, junto al Puente Romano de Ourense y frente a la capilla de los Remedios, había un gran roquedal, que fue parcialmente eliminado durante una reforma del puente en 1876. Sobre la cascajera resultante se colocó en 1913 un monolito de granito, que pretendía ser un tributo eterno al bardo celanovés Manuel Curros Enríquez.
   Recordemos que el insigne poeta había fallecido en La Habana en 1908, siendo su cadáver trasladado a A Coruña, donde fue enterrado. Desde entonces, comenzaron a hacerse homenajes a su figura por parte de la comunidad gallega repartida a ambos lados del Atlántico.
   La iniciativa de erigir un monumento en recuerdo del poeta celanovés en la capital orensana  partió del periodista Eugenio López Aydillo a principios de 1913, secundada y difundida por el periódico de esta capital Heraldo de Galicia, dirigido por Benito Serantes. Aydillo era un periodista y escritor orensano que veía injusto que la ciudad de las Burgas no le hubiera dedicado todavía ningún homenaje a Curros y a Lamas Carvajal, figuras destacadas de la literatura gallega. Así, el Heraldo había pedido en abril de 1913 que los ourensanos contribuyesen con una cuota máxima de una peseta para construir “(…) un exvoto de granito (…), en una roca de la ribera del Miño, para que el libro legendario una el rezo de sus rumores al voto que por la inmortalidad del poeta elevan sus admiradores”.

Inauguración del monumento
   El monumento fue inaugurado el 24 de mayo de 1913, únicamente con la presencia y las aportaciones económicas de los asistentes (de izquierda a derecha en la foto): Justo Hermida (redactor de El Heraldo) , Manuel Lustres Rivas (periodista), Victoriano García Martí (ensayista), Sofía Casanova (poetisa), Sofía Casanova se convertiría, al año siguiente, en la primera reportera de guerra españolaAntonio Rey Soto (sacerdote y poeta), Filomena Dato Muruais (poetisa), Ramón Fernández Mato (escritor), Eugenio López Aydillo, Antonio do Campo (director de Vida Gallega de la Habana, Vicente Domínguez, Benito Serantes (director de El Heraldo de Galicia)  y el cantero autor del exvoto, apellidado López. Éstos fueron inmortalizados por la cámara del fotógrafo José Pacheco. También lo financiaron Juan Fuentes, Modesto Fernández Román (farmacéutico)  y Jesús Rey Alvite (maestro, periodista y escritor), aunque no pudieron asistir.


Detalle de los asistentes a la inauguración del monumento (1913)/ José Pacheco

   El acto inaugural, por lo tanto, no fue multitudinario, pero sí que estuvo cargado de simbolismo, poesía y emoción:
    Sobre el Exvoto, formóse una crátera con piedras del río, y en ella, los reunidos depositaron granos de incienso que se quemaron elevando al aire una intensa columna de humo azul.
Antonio Rey Soto leyó las composiciones Nouturno, A morte d’a miña nay y el final de la leyenda A Virxen do Cristal, y Sofía Casanova recitó las rimas de nostalgia y amor que Curros dedicó a Rosalía de Castro. La emoción velaba su voz y las lágrimas surcaban sus mejillas.
   Finalizó el acto, rezando Filomena Dato una salve a la Virgen de los Remedios por el alma del poeta.

 Bajo el monolito se enterraron ejemplares de sus obras y, al pié, un acta que decía: 

En la ciudad de Orense, el día 24 de mayo de 1913, a las seis de la tarde por iniciativa del escritor orensano Eugenio López Aydillo, por el diario Heraldo de Galicia, de Orense, los abajo firmantes consagraron en la ribera rocosa del Miño, frente a la ermita de la Virgen de los Remedios y al lado del Puente Romano, un exvoto con la siguiente inscripción. «Exvoto que los admiradores de Curros dedican a las ondinas del Miño, para que velen por su inmortalidad», quemando, sobre él, incienso en honor del glorioso poeta. [Siguen la fecha y las firmas de los concurrentes].

   A pesar de la sencillez del monumento, su gran valor simbólico lo haría digno del aprecio de otros escritores orensanos de la época; así lo atestigua la fotografía de un joven Eduardo Blanco Amor posando junto a él en 1916.

Otras iniciativas de la ciudad de Ourense para honrar a Curros

   Entre 1925 y 1935, el Ayuntamiento de Ourense promueve varias iniciativas para honrar a Curros. En 1925 se le pone su nombre a una calleorensana, hoy avenida; y entre 1930 y 1932 se construye un Grupo Escolarcon su nombre, adornada su entrada desde 1935 con un busto del poeta, realizado por el escultor Antonio Failde.

Desaparición del monumento en 1935

   Ese mismo año, el monolito del Miño desaparece misteriosamente. Así lo hace saber a la opinión pública, el 24 de octubre desde Radio Ourense, el escritor Luis Madriñán Neira; según lo recoge al día siguiente el diario La Región: “Este pequeño monolito ha desaparecido sin que nadie, al parecer, se haya dado cuenta de ello. No se sabe ni cuándo tuvo lugar la desaparición“. Madriñan eleva la denuncia del hecho a la Corporación Municipal y un periodista de La Región añade que “Nosotros creemos que debería hacerse extensiva a la Comisión Provincial de Monumentos (…)”.

Carta abierta

      Aunque ya han pasado más de ochenta años desde aquella desaparición, nos unimos al sentir de Juan Carlos Rivas, que en su excelente obra, A Ponte maior, invita a los ciudadanos de Ourense a reponer este sencillo monumento,Reponer el monumento sería un acto de justicia hacia sus promotores y hacia la figura de Curros Enríquez que honró al poeta celanovés durante más de dos décadas en la capital auriense. De alguna manera, su “clonación”, a partir de los documentos gráficos y escritos conservados, también evocaría y pondría en valor a los escritores que promovieron su creación en la Auria previa a la Xeración Nós.

   No podemos concluir sin recordar que, en 1967, Curros Enríquez se convirtió en el quinto autor homenajeado por las Letras Galegas, y que Carlos Casares, su actual sucesor en este honor, fue uno de sus grandes estudiosos, escribiendo una biografía y varios ensayos sobre sus obras.

Para saber más
El regional, diario de Lugo, nº 9782, Lugo, 23/04/1913 y nº 9813, 30/05/1913
La Región, Ourense, 25/10/1935
RIVAS FERNANDEZ-XESTA, Juan Carlos, A Ponte maior: la razón de ser de una ciudad, el puente romano-medieval de Ourense, Ourense, 2014

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