Consejos y avisos

30/12/15

Fin de Año en Ourense


Fin de año 1930 Liceo Ourensano foto Pacheco
   Las costumbres cambian con los tiempos, y cada uno opinara según le haya ido en la fiesta.

   Celebrar el fin de año no requiere más que ganas de divertirse, y tener unos euros en el bolsillo para gastar. Sin embargo a lo largo del tiempo las ofertas en la ciudad han ido cambiando de manera notable.  En cuanto a los años más lejanos (me parare en el siglo XVIII por no eternizarlo) me vais a permitir que especule, ya que no tengo posibilidad de hablar de datos contrastados, sin embargo no creo que sea complicado imaginar que la casa de los Marqueses de Leis, o la de los Gayoso, o en algunas de las varias que tenían los Temes sin olvidarse de los Reinoso se celebraran grandes fastos y se invitaran a familiares y amigos.
    Eran tiempos en los que la hidalguía disponía de rentas y beneficios de los que gustaba mostrar a su entorno y este tipo de festividades eran el momento oportuno.  Al mismo tiempo estoy seguro de que las tabernas y bodegones de la ciudad con la colaboración de algún músico aficionado reunían a buena parte de la parroquia con ganas de divertirse de manera un poco menos organizada.

   Andando o casi corriendo el tiempo, fueron naciendo las sociedades, donde se facilitaban en gran manera las relaciones sociales, cierto es que existían unos requisitos para pertenecer a ellas, pero siempre seria más sencillo entrar en una, que conseguir ser invitado a una casa particular. Fueron los años del Casino de caballeros en el numero tres de la que en aquellos tiempos se llamaba plaza de la Republica Federal, hoy simplemente Plaza Mayor; muy cerca en el numero 8 estaba el Circulo Conservador, que además de sesudas reuniones para discutir temas políticos, siempre encontraba un hueco para la sana diversión. Junto a estas  fueron varias las sociedades que florecieron en la ciudad, entre las que destacaba la Venatoria, y sobre todo la más duradera, el Liceo Recreo de Artesanos, el mismo que con gran esfuerzo, afortunadamente continua sirviendo a los intereses culturales de la ciudad aunque haya perdido parte del nombre hoy es el Liceo de Ourense.   
    
   Comienza en este tiempo a destacar un tipo de local de ocio que iba a marcar toda una época, y que en las fiestas de fin de año eran los más solicitados, os hablo de: los cafés, donde desde un pequeño escenario se entretenía a la clientela con la actuación de alguien de mayor o menor fama, pero siempre intentando captar la atención. El Moderno, El Mercantil, El Unión, El Regio y un largo etcétera.

Dejadme que siga mañana que aun nos queda un día más para terminar el año…

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